A casi 16 meses del accidente ferroviario que costó la vida de 51 personas, la misma línea que conecta a la periferia bonaerense con la capital argentina ha sido escenario este jueves de otro hecho luctuoso. Dos convoyes han chocado inexplicablemente. El resultado: al menos tres muertos y 155 heridos. El episodio, que ha tenido lugar a las siete de la mañana, cuando los trenes están abarrotados de pasajeros, ha vuelto a conmocionar Argentina.

La línea Sarmiento es una de las más usadas para entrar y salir de la ciudad de Buenos Aires. Millones de personas la utilizan al año. El siniestro de hoy ha obedecido a que uno de las convoyes, que estaba vacío y detenido en la estación Castelar, y esperaba ir hacia los talleres, ha sido embestido por el otro que circulaba en el mismo sentido. Las razones de lo ocurrido no han sido explicadas hasta el momento.

"Estaba en el primer vagón, justo al lado de donde ha quedado la gente atrapada", ha dicho un pasajero, que ha sufrido algunos golpes y heridas menores, pero a su alrededor no todos han tenido la misma suerte. "Donde estoy yo es donde hay gente muerta", ha afirmado otro a los medios locales. "He oído un ruido muy fuerte y todos han empezado a caer. Otra gente estaba conmocionada y llorando", ha contado un tercero.

El delegado ferroviario Edgardo Reinoso ha revelado que el tren que ha recibido el choque "aguardaba señal" para ingresar al taller porque el sistema de frenos no funcionaba. Abatido desde fines de febrero por la muerte de su hijo Lucas, que viajaba en la línea Sarmiento, Paolo Menghini ha asegurado que "las condiciones que generaron la tragedia de Once son las mismas de este desastre". Según Menghini, "después de 51 victimas inocentes y de tanta lucha, que vuelva a suceder una tragedia similar es tremendo y doloroso". Los responsables de lo ocurrido a finales de febrero del 2012 deben enfrentar un juicio oral. Entre ellos, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi.