Tres líderes tribales murieron hoy al explotar una bomba al paso de su vehículo en la provincia occidental afgana de Farah, informó a Efe una fuente oficial. Los tres notables se dirigían a una reunión con otros 150 asistentes cuando el vehículo en el que viajaban pisó un artefacto explosivo, según el vicegobernador provincial, Mohamed Yunes Rasuli. Aunque ningún grupo ha reivindicado el ataque, Rasuli responsabilizó a los "enemigos de la paz", término con el que las autoridades se refieren habitualmente a los talibanes. Las minas y las bombas colocadas en las carreteras son una de las armas más letales usadas por la insurgencia talibán en Afganistán, donde comete frecuentes atentados contra las fuerzas internacionales y afganas, así como objetivos gubernamentales y civiles. Las provincias donde predomina la etnia pastún, en el arco sudoriental del país, son las que sufren más a menudo ataques, ya que en ellas los talibanes tienen una fuerte presencia, pero durante los últimos años los integristas han ampliado sus actividades en el norte y el oeste afgano. Según la ONU, 1.141 personas perdieron la vida en atentados suicidas y artefactos colocados en las carreteras el año pasado.