Entre 3.000 y 4.000 personas han salido a las calles en las provincias de Nangarhar (este), Kapisa (centro), Kandahar (sur), Badakshan (noreste) y Parwan (norte), según ha informado el portavoz del ministerio afgano de Interior, Zemarai Bashary.Tres personas han muerto y decenas han resultado heridas este domingo en Afganistán en el tercer día de protestas contra la quema de un ejemplar del Corán en una iglesia estadounidense. Las movilizaciones se han cobrado en total más de una veintena de vidas desde el viernes.Los sucesos más graves, como ya ocurrió este sábado, han tenido lugar en la ciudad de Kandahar, donde los manifestantes han prendido fuego a un puesto de la policía de tráfico, lo que ha desencadenado la explosión de una bombona de gas que ha causado varios heridos. "Un policía y dos civiles han muerto en las protestas de Kandahar. Hay otro agente en estado crítico en el hospital", ha precisado el portavoz del Gobierno de la provincia de Kandahar, Zalmai Ayubi, quien ha elevado a cuarenta el número de heridos.Según Ayubi, quien al inicio mantuvo que las protestas fueron "pacíficas", todas las carreteras han estado cortadas este domingo y las tiendas no han llegado a abrir sus puertas en Kandahar, la ciudad más importante del sur del país.A pedradas en PanjwaiEn el distrito de Panjwai, de la misma provincia, las manifestaciones también han sido violentas, y los manifestantes han arrojado piedras a las fuerzas del orden y herido a tres policías. Además, cientos de estudiantes han salido a las calles en la provincia oriental de Nangarhar, con la petición de una acción judicial contra los responsables de la quema del Corán, según el portavoz del Gobierno provincial, Ahmad Zía Abdulzai."Este suceso [la quema del Corán] debería ser condenado por el presidente, el Senado y el Congreso de EEUU. Deberían posicionarse para evitar que se repita", ha afirmado en un comunicado el presidente afgano, Hamid Karzai.Hasta ahora, una veintena de personas --entre ellas siete empleados de la ONU-- han muerto en Afganistán a consecuencia de las protestas, que las autoridades han atribuido a los insurgentes, aunque los talibanes han negado tener relación con las mismas.Condena de ObamaEste mismo domingo, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha manifestado que la profanación del Corán es un "acto de intolerancia extrema", y ha enviado sus condolencias a las familias de las personas muertas en el ataque contra el personal de la ONU, registrado el viernes.El jefe de la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA), Staffan de Mistura, afirmó el sábado en una rueda de prensa que no debe "culparse a los afganos, sino a la persona que quemó el Corán".La quema del libro sagrado tuvo lugar en una pequeña iglesia de Florida, a manos de los pastores evangélicos Wayne Sapp y Terry Jones. Este último ya ha asegurado que no se siente responsable de las consecuencias de su acción.