En una sesión histórica que, al menos oficialmente, puso fin a un proceso muy largo, competido y duro, el Tribunal Electoral mexicano calificó ayer como válidas las elecciones del pasado 2 de julio y declaró por unanimidad presidente electo al conservador Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, con una ventaja de 233.800 votos (0,56%) sobre el izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cuyas reclamaciones desestimó por considerar que no hubo vulneración importante o general de las normas constitucionales.

Los seguidores del exalcalde de México cercaron el tribunal, instalaron algunas carpas, y silbaron la decisión y abuchearon a los jueces. López Obrador dijo: "Es importante gobernar, pero también es importante transformar y ahora nos han puesto en la tesitura de que podemos de una vez y para siempre transformar nuestro país".

LLAMAMIENTO A FOX Los siete magistrados del tribunal votaron unánimemente a favor del dictamen elaborado por dos de ellos. Aunque la resolución afirma que "ninguna conducta fue determinante para el resultado de las votaciones", el tribunal dio toques de atención, sobre todo al presidente, Vicente Fox, a la cúpula empresarial y al gobernante Partido Acción Nacional.

Durante la campaña, Fox se saltó la ley con su difusión de programas sociales, hasta que intervino el Supremo y ordenó la suspensión de los anuncios. Los espots del Consejo Coordinador Empresarial abonaron también el camino de la continuidad. Los anuncios difamatorios acabaron por convertir la campaña en una guerra electoral.

Los magistrados dieron también un tirón de orejas al presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Ugalde, por "mostrar parcialidad" al presentar los resultados. Las críticas fueron amplias y minuciosas, frase por frase, pero la conclusión general fue que lo ocurrido antes, durante y después de los comicios, "no modificó los principios constitucionales de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad".

Tras la declaración de validez de la elección --que la izquierda pretendía cuando menos anular--, llegó el análisis de los escrutinios y salieron las cifras: Felipe Calderón obtuvo 14.916.927 votos y Andrés Manuel López Obrador se quedó con 14.683.096.

SIGUE EL PULSO La mayoría apagó poco después la radio, al volver a oír los mensajes que hundieron al popular AMLO, conocido como el Peje (por el pescado tabasqueño llamado pejelagarto): "Un peligro para México", "Al Peje, ni disecado".

AMLO dijo sentirse fortalecido. Su propósito ya no era que le "respeten la presidencia". Acampado frente al Palacio Nacional, dijo: "Ahora, este movimiento está llamado a transformar al país". En la política y en la calle, el pulso sigue en alto, y la crisis, abierta.