Las elecciones a la Asamblea Constituyente del domingo en Ecuador han dado al presidente Rafael Correa suficiente poder para que el nuevo texto fundamental se redacte a su imagen y semejanza. "Nadie busca proyectos totalitarios, peor aún proyectos extranjeros", dijo ayer, no obstante, en clara alusión a la posible influencia de Hugo Chávez.

Según el escrutinio de la oenegé Participación Ciudadana, la formación gubernamental Alianza País obtenía 72 de los 130 escaños, mucho más de la mayoría simple que se necesitará para aprobar los artículos de la futura Constitución. Varios de los partidos menores, además, son cercanos al oficialismo.

LEGISLATIVO DE HECHO Con su nuevo capital político entre manos, el presidente Correa dejó claro que la disolución del Congreso es innegociable. Correa quiere que la Asamblea se convierta en un legislativo de hecho hasta que se complete el reordenamiento institucional.