Un helicóptero ruso de la ONU, con nueve personas a bordo, fue capturado ayer por tropas rebeldes en la provincia sudanesa de Darfur, según ha informado hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. En el aparato, de la aerolína rusa UTair, viajaban cuatro ciudadanos rusos, miembros de la tripulación, y cinco pasajeros, ciudadanos de Sudán.

Según el comunicado de Exteriores, la compañía UTair trabaja en Sudán bajo contrato de la ONU y en el momento del secuestro el helicóptero "cumplía una misión" de la ONU y de la Unión Africana en Darfur. La embajada rusa en Kartum ha tomado "medidas de urgencia" para aclarar los hechos y asegurar la liberación de los ciudadanos rusos.

EN BUEN ESTADO

Por otro lado, los dos cooperantes alemanes secuestrados a finales de junio en Darfur, en el oeste de Sudán, han sido liberados, según ha informado hoy el ministro de Asuntos Exteriores germano, Guido Westerwelle. Los dos liberados, de 34 y 52 años, se encuentran bien de salud, dadas las circunstancias, están bajo custodia de las autoridades sudanesas y serán trasladados en las próximas horas a la capital, Jartum, ha añadido el ministro.

Ambos cooperantes, procedentes de Berlín y de Schleswig Holstein pertenecen a Technisches Hilfswerk (THW), una de las principales oenegés de Alemania, y participaban en Sudán en un proyecto de Naciones Unidas. Se encontraban retenidos desde hace cinco semanas, en que fueron secuestrados por un grupo armado en su vivienda de la ciudad de Nyala, capital de Darfur.

AGRADECIMIENTO DEL GOBIERNO ALEMÁN

Westerwelle, de visita en Eslovenia, ha agradecido a las autoridades sudanesas las gestiones realizadas para la liberación de los rehenes y ha elogiado el trabajo de coordinación del equipo de crisis de su departamento. "Nos alegramos tanto por ellos, los liberados, como por sus familias y allegados", ha indicado el dirigente alemán.

Desde que el Tribunal Penal Internacional (CPI) emitió, el 4 de marzo del 2009, una orden de detención contra el presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, por crímenes de guerra y de lesa humanidad en la región, han aumentado los secuestros de trabajadores humanitarios en Darfur. La guerra de Darfur, que estalló en el 2003, ha causado ya unos 300.000 muertos y ha obligado a 2,7 millones de personas a abandonar sus comunidades de origen, según datos de la ONU.