El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado en una cena de la Casa Blanca con los gobernadores que, si él hubiera estado en la masacre de Florida, se habría enfrentado al autor de la matanza, incluso desarmado. Lo ha dicho como crítica al agente que se quedó fuera del instituto durante el tiroteo en el que Nikolas Cruz, armado con un rifle de asalto semiautomático, entró al instituto Marjorie Stoneman Douglas y cargó contra alumnos y profesores, dejando 17 muertos.

Trump calificó al agente de "cobarde" y aseguró que él habría "corrido hacia la escuela, incluso desarmado".

Ha sido un encuentro tenso, donde el gobernador demócrata de Washington ha pedido al presidente "menos Twitter" y más escuchar a al gente, algo en lo que coincide con Melania Trump. En su primer discurso de este año, la primera dama ha defendido a los estudiantes que piden un mayor control de las armas. La que sí ha salido en defensa de Trump es su hija, Ivanka Trump, que en una entrevista ha apoyado la propuesta de su padre de armar a los profesores.