China, que se reconoce "preocupada", ha advertido al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de que si no respeta la política de "una sola China" no habrá estabilidad en las relaciones entre ambas potencias. Sin ese principio -por el que Pekín insiste en que se le reconozca como al único Gobierno de China mientras que Taiwán es una provincia rebelde-, "el desarrollo estable de las relaciones entre China y Estados Unidos está fuera de discusión", ha afirmado el portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang.

La política de "una sola China" es la piedra angular de las relaciones exteriores de Pekín, ya que para establecer lazos diplomáticos con otros países exige a éstos que los rompan oficialmente con la República de China (Taiwán).

El presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha puesto en dudaque sea necesario seguir con la política de "una sola China", lo que pone en serios aprietos a Pekín, que la mantiene a rajatabla.

Actualmente sólo hay 22 países (12 de ellos de Latinoamérica y el Caribe, 3 de países africanos, 6 de Oceanía y un único europeo, el Vaticano) que reconocen a Taiwán y, como consecuencia, no mantienen relaciones diplomáticas con Pekín.

El porqué de la política de "una sola China" se remonta a 1949, cuando tras la guerra civil las tropas nacionalistas derrotadas del general Chiang Kai-Shek (el Kuomintang) se refugiaron del Ejército Rojo de Mao Zedong en la isla de Formosa (el actual Taiwán).

LA PROVINCIA "REBELDE"

China pasó a considerar a Taiwán una provincia "rebelde" y ambos lados del Estrecho de Formosa mantienen una disputa de soberanía en la que Pekín nunca ha renunciado a recurrir a la fuerza para someter a la isla.

Aunque la República Popular de China intenta que otros países reconozcan que su Gobierno es el único legítimo de China y que Taiwán (además de Hong Kong y Macao) es una parte inalienable de su territorio, muchas naciones evitan suscribirlo plenamente y recurren a un lenguaje menos taxativo que sea aceptable para ambas partes.