El movimiento "not my president" volvió a salir ayer a la calle para mostrar si rechazo a la elección del republicano Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidios. Las protestas, por segundo día consecutivo, se extendieron por las principales ciudades del país.

En general las marchas de ayer fueron menos numerosas que las del miércoles, protagonizadas principalmente por jóvenes.

Trump ha reaccionado a las protestas en Twitter acusando a los medios de comunicación de incitar a manifestarse. "Acabamos de tener una elección presidencial muy transparente y exitosa. Ahora manifestantes profesionales, incitados por los medios, están protestando. ¡Muy injusto!", escibió el presidente electo estadounidense.

La manifestación de Portland fue una de las más numerosas del país y adquirió tonos violentos cuando encapuchados ocasionaron destrozos a vehículos y comercios. Algunos manifestantes rociaron el graffiti automóviles y edificios y destrozaron las ventanas de varias tiendas.

La policía de Portland informó del lanzamiento de "proyectiles" contra los agentes, culparon a "grupos anarquistas" y según medios locales utilizaron gases lacrimógenos y efectuaron numerosas detenciones. También se informó de tres detenciones en la protesta de Dallas y otras dos en Baltimore.

La policía desplegó un disposito de refuerzo alrededor de dos de las principales propiedades del magnate. El recién estrenado hotel en la avenida Pensilvania de Washington y la torre Trump en Manhattan, Nueva York, donde reside.