El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, explicó ayer que decidió matar al poderoso general iraní Qasem Soleimani porque Irán planeaba volar la embajada estadounidense en Irak. «Pillamos a un monstruo total, lo eliminamos y eso debería haber pasado hace tiempo. Lo hicimos porque (los iraníes) querían volar la embajada, y también por otras razones muy obvias, alguien murió, uno de nuestro militares falleció, hubo gente herida grave justo la semana anterior», dijo Trump en una intervención en la Casa Blanca. Y subrayó que «Soleimani tenía más de una embajada en concreto en mente» para un posible ataque.

Soleimaní fue asesinado el pasado 3 de enero en una operación militar estadounidense con un dron en las proximidades del aeropuerto de Bagdad.

Esta acción llegó días después de que un contratista estadounidense perdiera la vida en un ataque contra una base militar, al que Washington respondió con una acción contra posiciones de la alianza de milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, que dejó 25 muertos en sus filas.

En represalia, miembros y seguidores de esas milicias asaltaron la embajada de EEUU en Bagdad, lo que fue seguido del ataque estadounidense contra Soleimani y otros altos mandos y líderes de la Multitud Popular.

Trump recordó ayer el ataque armado de diciembre de 2012 contra el consulado de EEUU en Bengazi (Libia), donde murió el embajador Chris Stevens. El mandatario se quejó de cómo fue gestionado ese ataque ocurrido durante el mandato de Obama y destacó que Bagdad ha sido el «anti Bengazi».

En el caso de la embajada en Irak, Trump consideró que las milicias chiíes podrían haber tomado rehenes o matado a gente en la embajada si Estados Unidos no hubiera reaccionado rápido.