"(Donald) Trump estaba de buen humor. Dijo que Europa es un continente que aprecia y que tiene que gastar más defensa. Pero tiene wifi en el avión, así que veremos", decía premonitoriamente a su llegada a la segunda jornada de la cumbre de jefes de estado y de gobierno de la OTAN el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel. El presidente de Estados Unidos no ha esperado ni a montarse en el Air Force One y directamente ha dinamitado la agenda de la cumbre al obligar al secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, a convocar de nuevo una reunión extraordinaria del Consejo Atlántico para hablar de nuevo del gasto en defensa.

Originalmente la agenda de la cumbre incluía una reunión con los líderes de Ucrania y Georgia y posteriormente con los países que participan en la operación de Afganistán. La obsesión de Trump con el gasto en defensa ha obligado a modificar el habitualmente estricto programa. Según fuentes diplomáticas, el inquilino de la Casa Blanca ha aprovechado su turno de intervención durante la reunión con Ucrania y Georgia para arremeter con un lenguaje extremadamente duro contra los países aliados por no gastar lo suficiente en defensa.

Según las mismas fuentes, ha apuntado a varios países, entre ellos España, pero especialmente ha vuelto a criticar a Alemania. Trump ha personalizado su ataque en la cancillera Angela Merkel a quien se ha dirigido por su nombre. Este ataque ha obligado a Stoltenberg a suspender el encuentro y reunir de nuevo solo a los países del Consejo Atlántico.

Tal y como ya hiciera el miércoles, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que asiste a este encuentro de urgencia acompañado de la ministra de defensa, Margarita Robles, ha intervenido para defender la necesidad de tener en cuenta no solo el gasto en defensa sino también la contribución de los aliados a misiones y sus capacidades.

Compromiso con el 2%

Los miembros de la OTAN se comprometieron en la cumbre de Gales de 2014 a dedicar un 2% del PIB a gasto en defensa para el año 2024. Un porcentaje al que solo llegarán este año ocho países de la Alianza, algo que Trump considera a estas alturas inaceptable.

Durante la primera sesión de trabajo del miércoles, el multimillonario atacó con virulencia a Berlín a quien acusó de enriquecer a Rusia por pagar "millones" por su gas, reclamó a sus socios un aumento inmediato del gasto al 2% y advirtió la necesidad de incrementarlo nada menos que al 4% del PIB.

Este jueves, Trump ha vuelto a dejar claro antes de llegar a la cumbre que para él el asunto está lejos de estar cerrado. “Alemania ha empezado a pagar a Rusia, el país del que quieren protegerse, miles de millones de dólares para cubrir sus necesidades energéticas a través de un nuevo gaseoducto. No es aceptable! Todos los países de la OTAN deben cumplir con el 2% y tiene que incrementarse al 4%”, ha avisado a través de su cuenta de Twitter.

Fuentes citadas por la agencia alemana DP y por Politico han apuntado que el presidente estadounidense habría amenazado con sacar a su país de la Alianza Atlántica aunque la agencia Reuters lo ha negado.