El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha estado a punto de reconocer que ha perdido las elecciones del 3 de noviembre ante Joe Biden, que se ha impuesto con 306 votos electorales tras sumar Georgia. Ha sido este viernes en una comparecencia ante la prensa en el que, dubitativo, ha dicho "quién sabe qué Administración habrá, el tiempo lo dirá".

En la comparecencia, anunciada como rueda de prensa pero en la que no ha admitido preguntas, no ha hecho referencia directa a los resultados de las elecciones ni ha asumido su derrota. Se ha centrado en la pandemia. Pero, en un momento en el que hablaba de posibles nuevos confinamientos para frenar la pandemia, ha usado una expresión dubitativa. "Esta Administración no irá a un confinamiento. Esperemos que la... pase lo que pase en el futuro, quién sabe qué Administración habrá, el tiempo lo dirá", ha dicho.

Los periodistas presentes, que esperaban para hacerle preguntas, han protestado cuando, al final de su declaración, Trump se ha dado la vuelta y se ha marchado. "¿Cuándo admitirá que ha perdido las elecciones, señor?", han gritado algunos reporteros mientras Trump abandonaba el Jardín de las Rosas sin hacer comentarios.

Trump no hablaba públicamente desde el 5 de noviembre, cuando afirmó falsamente haber ganado y dijo que le habían "robado" las elecciones, como hizo la noche misma de los comicios. Desde entonces, ha recurrido a Twitter para reiterar sus acusaciones infundadas de fraude y dar cuenta de demandas judiciales para impugnar los resultados.

"¡Esta elección fue amañada!", tuiteó el viernes, tras anunciar que podría "intentar pasar y saludar" a sus partidarios en el acto de protesta organizado este sábado en Washington para respaldar sus denuncias. Varios grupos bajo los lemas 'Paren el robo', 'Marcha del millón de MAGA' (en alusión al eslogan de Trump, Hacer grande a Estados Unidos otra vez) y 'Mujeres por Estados Unidos Primero' tienen previstas manifestaciones en la capital.

Así, Trump y sus seguidores viven ajenos al hecho de que autoridades electorales de todo el país han asegurado que estas han sido "las elecciones más seguras de la historia" y han subrayado que "no hay evidencia" de votos perdidos o cambiados, ni de sistemas de votación alterados. Este mismo viernes, un juez de Michigan desestimó otras acusaciones de fraude en el estado.