Con los ojos puestos en las elecciones de noviembre, Donald Trump participa este viernes en la Marcha por la vida, que se celebra anualmente en Washington, promovida por activistas contra el aborto. Es la primera vez que un presidente con mandato en vigor se suma a la iniciativa.

En la gran superficie de césped del National Mall, la monumental avenida de la capital federal, el presidente estadounidense será la estrella indiscutible de esta convocatoria. Al mismo tiempo, a unos cientos de metros de distancia, dentro de los límites del Congreso, los senadores continuarán sus debates sobre el proceso de 'impeachment' que amenaza la continuidad del mandatario en el cargo.

CAMBIO RADICAL DE PARECER

El multimillonario republicano, que en 1999 dijo que era muy "partidario" de la posibilidad de elegir sobre el aborto, está más que nunca decidido a posicionarse como el presidente más "a favor de la vida" de la historia.

El enfoque está lejos de ser trivial: en sus 47 años de existencia, la Marcha por la vida nunca ha recibido a un invitado de la Casa Blanca.