El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido una vez más intensificar la lucha contra los talibanes en Afganistán tras la cancelación el sábado de una reunión con este último para concluir un acuerdo de paz. "En los últimos cuatro días, hemos golpeado a nuestro enemigo más fuerte que nunca, y así continuará", ha manifestado el mandatario en una ceremonia del Pentágono 18 años después del atentado del 11 de septiembre.

Al referirse al bombardeo de Kabul en el que murió un soldado estadounidense y forzó la cancelación de la reunión secreta planeada, Trump ha explicado que los talibanes querían exhibir su fuerza, pero que de hecho habían demostrado su "debilidad".

SILENCIO SEPULCRAL

Coincidiendo con la trágica efeméride, los neoyorquinos han rendido homenaje a las víctimas de los ataques del 11-S, en un intento de garantizar que los jóvenes nunca olviden el atentado más sangriento de la historia del país. Los funcionarios electos y antiguos altos cargos de Nueva York, así como una multitud de familiares de las víctimas se han concentrado donde se produjo el ataque contra las Torres Gemelas del World Trade Center. El lugar se ha convertido en un monumento a las casi 3.000 personas asesinadas y 6.000 heridas en los atentados.

La multitud, reunida en la explanada frente al museo dedicado a los ataques, mantuvo un minuto de silencio a las horas exactas en la que los aviones secuestrados llegaron sucesivamente a golpear las Torres Gemelas, que acabaron en llamas, convirtiéndose en una trampa mortal para las personas empleadas en esos rascacielos de más de 100 pisos.

Al frente de esta ceremonia, donde las cuestiones políticas acostumbran a pasar a un segundo plano, estaban el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, el actual alcalde de la capital financiera de Estados Unidos y sus predecesores: el demócrata Bill de Blasio; Rudy Giuliani, alcalde en el momento de los ataques, y Michael Bloomberg, quien presidió el proyecto de reconstrucción en esta parte de Manhattan.