Cuando la Cámara Baja empezó a preparar los artículos de 'impeachment' contra Richard Nixon y Bill Clinton los dos presidentes enviaron abogados, testimonios y documentos para montar su defensa. Donald Trump no lo hará.

Eso es lo que se puede inferir de la carta que Pat Cipollone, principal abogado de la Casa Blanca, envió el viernes a Jerrold Nadler, el demócrata que preside el Comité Judicial, encargado formalmente desde el jueves de redactar los cargos para el juicio político contra el presidente y que había enviado a este una invitación a participar en las próximas audiencias del proceso. Y aunque la misiva no contiene una negación formal, fuentes de la Administración han confirmado la decisión de Trump.

El afilado y feroz lenguaje de los dos párrafos de la carta deja también poco espacio a las dudas. Cipollone tilda de “farsa” el proceso abierto por los demócratas y urge a ponerle fin inmediatamente, algo que la Casa Blanca sabe que no es una opción. Y el abogado recupera también un mensaje que tuiteó Trump, poniendo su vista ya en un “juicio justo en el Senado”, la cámara que controla el Partido Republicano.

En un comunicado Nadler ha lamentado y criticado la decisión de Trump y ha anunciado que seguirá adelante con el proceso, que continúa este lunes con una vista pública en la que se estudiarán las conclusiones de las investigaciones del Comité de Inteligencia, que ha señalado a Trump por abuso de poder y obstrucción. El Judicial ha recibido también la información recopilada por otros comités que han investigado al presidente: Asuntos Extranjeros y Supervisión y Reforma.

Aunque los republicanos en el comité han solicitado a Nadler que organice una sesión con ocho testigos, incluyendo Hunter Biden y el analista de inteligencia que con su denuncia anónima hizo estallar el Ucraniagate, se puede dar por seguro que el demócrata rechazará la petición.

Se espera que el Comité Judicial tenga preparados los artículos de 'impeachment' para finales de esta semana, lo que permitiría que toda la Cámara Baja los sometiera a votación antes del 20 de diciembre, último día de la sesión legislativa de este año. Ese calendario previsto sitúa en enero el inicio del juicio político en el Senado, donde la Casa Blanca y el presidente sí presentarán su defensa.