El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló información altamente clasificada al ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, y al embajador de ese país en Washington, Serguéi Kislyak, cuando los recibió la semana pasada en la Casa Blanca, según 'The Washington Post'. Según esta versión, Trump se habría saltado el guión marcado para la reunión el pasado miércoles para discutir información altamente secreta sobre planes terroristas del Estado Islámico (EI). La Casa Blanca se ha apresurado a desmentir la información, tachando de "falsa" la filtración.

Según la exclusiva de este rotativo (también confirmada luego por 'The New York Times'), los detalles de esta información son tan secretos que ni siquiera aliados estadounidenses han recibido ese tipo de datos, según aseguran funcionarios estadounidenses en funciones y retirados consultados. La información estaría relacionada con la posibilidad de que ordenadores portátiles puedan ser utilizados en vuelo para realizar algún tipo de ataque terrorista, algo que ya ha llevado a EEUU a prohibir portar computadoras portátiles en el equipaje de mano en vuelos procedentes de Oriente Medio.

Según la exclusiva del periódico, Trump discutió con los rusos las capacidades de espionaje de un aliado estadounidense clave que obtuvo la información sobre esos planes terroristas del EI. Además, Trump reveló el territorio bajo control de los yihadistas donde el socio estadounidense consiguió la información secreta de espionaje.

LA CASA BLANCA LO NIEGA

Las relaciones del embajador ruso con los miembros del equipo de Trump están en el centro del polémico intervencionismo del Kremlin en las elecciones de 2016 en Estados Unidos, por lo que estas revelaciones son aún más sensibles. Pese a ello, la Administración Trump niega la mayor.

"El artículo es falso", apuntó en una breve comparecencia el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, el teniente general H.R. McMaster, quien aseguró que Trump no reveló "fuentes, métodos u operaciones militares" a Lavrov.

"Yo estaba ahí, no sucedió", insistió McMaster, quien sin embargo admitió que Trump y Lavrov hablaron sobre un "abanico de amenazas comunes" incluyendo "amenazas a la aviación comercial".

También participó del encuentro entre Trump y Lavrov celebrado el pasado miércoles el secretario estadounidense de Estado, Rex Tillerson, quien, en la misma línea que McMaster, negó que se hablara sobre "fuentes, métodos u operaciones militares". Ni McMaster ni Tillerson negaron que Trump revelase información secreta a Lavrov en sus reacciones al artículo.

LAS POSIBLES CONSECUENCIAS

Tal y como asegura la versión de 'The Washington Post', la Casa Blanca informó acto seguido a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para reducir el impacto de las revelaciones que, pese a no revelar métodos de espionaje utilizados, podría afectar a la capacidad de Washington y sus aliados para detectar nuevas amenazas.

El socio estadounidense que proveyó a Washington con esta información clasificada sobre el EI no autorizó compartir estos secretos con Rusia, por lo que la cooperación en inteligencia puede verse afectada.

Además, fuentes de inteligencia consultadas por el diario temen que Rusia pueda identificar las técnicas de espionaje utilizadas en este territorio del EI, que pueden ser usadas también para detectar la presencia rusa en Siria.

Pese a todo, el presidente estadounidense tiene protección ante la ley para compartir y transmitir información clasificada, por lo que no habría incurrido en una ilegalidad, como sí habría ocurrido en el caso de cualquier otro funcionario.