Donald Trump planea lanzar a partir de este domingo y durante varios días redadas en al menos diez grandes ciudades en las que busca detener y deportar a por lo menos 2.000 familias de inmigrantes sin papeles, según ha desvelado The New York Times. Se trata de una operación con la que Trump amenazó hace cerca de un mes, luego la pospuso supuestamente para negociar con los demócratas una reforma de las leyes de asilo y refugio, pero ha resucitado tras lograr que el Congreso, con votos demócratas, aprobara destinar 4.600 millones de dólares en concepto de «ayuda humanitaria» para la frontera. Y han saltado las alarmas en las ciudades de Nueva York, San Francisco, Los Ángeles, Miami, Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver y Houston, urbes identificadas por algunos medios como escenario de las redadas de la agencia ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas), así como en Nueva Orleans, ciudad que espera con inundaciones la llegada el del potencial huracán Barry. Lo que Trump pretende es lanzar un «potente mensaje» disuasorio según explicó ya en junio Mark Morgan, entonces director de ICE, comisionado de Protección de Fronteras y Aduanas y uno de quienes ha estado haciendo lobi directamente al presidente para realizar la operación.

Y ha conseguido la luz verde para unas redadas a las que el mes pasado se opuso el entonces comisionado en funciones del Departamento de Seguridad nacional, Kevin McAleenan, por la posibilidad de que las redadas tuvieran como resultado la separación de familias donde los hijos de inmigrantes son ciudadanos estadounidenses.

FAMILIAS / En la diana de ICE estarán sobre todo, según las fuentes del The New York Times, familias de inmigrantes que han entrado recientemente en EEUU. Habrá también, no obstante, lo que se denomina deportaciones «colaterales», que afectan a inmigrantes que se encuentran en el lugar donde se producen otros arrestos.