La capital tunecina ha despertado este sábado en calma. Esta noche, durante el toque de queda, tan solo se ha oído algún tiro aislado y algunos rumores que circulan por la ciudad aseguran que esta noche se han producido pillajes por partes de elementos de la seguridad próxima a Ben Alí. Esta mañana, la capital estaba desierta, en calma, con fuertes medidas de seguridad. El silencio solo lo rompían algunos helicópteros que sobrevolaban las calles vacías.

El hasta ahora primer ministro y ahora presidente interino, Mohamed Ganuchi, ha asegurado que ya se ha levantado el toque de queda y que en las próximas horas se va a reunir con dirigentes de la oposición para decidir cuándo se celebrarán elecciones.

La capital tunecina ha amanecido en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, después de una noche en la que se registraron numerosos saqueos y pillajes.

Abir Marcougui es una vecina del centro de la capital que ha sido testigo de los saqueos. Por ejemplo el que ha sufrido la tienda Electra, en el barrio de Ariana. En el establecimiento había hasta ayer electrodomésticos, televisores y móviles. Hoy no queda nada y lo que queda está destrozado. "Nos quieren enviar el mensaje de que sin él no podemos vivir", ha explicado la señora Marcougui, en referencia a los posibles autores del destrozo, cercanos al clan de Ben Alí.

EL CENTRO DE LA CIUDAD

En el centro de la ciudad, prácticamente desierto, se ha incrementado la presencia de efectivos militares y dos tanques se han apostado a la entrada de la popular avenida Habib Burguiba.

Las fuerzas policiales han cerrado además los accesos a la avenida desde las calles adyacentes con barreras metálicas.

Ganuchi aseguró anoche a la televisión estatal que su "prioridad absoluta" es el restablecimiento del orden público.

En varios barrios del extrarradio de la capital se produjeron pillajes y saqueos en hipermercados y comercios por parte de grupos de personas encapuchadas, según declararon habitantes de esas zonas a las televisiones locales.

MUCHAS ESPECULACIONES

Hay muchas especulaciones sobre la identidad de estas bandas de jóvenes enmascarados que se dedican al saqueo. Algunos habitantes afirman que se trata de milicias vinculadas con el clan de poder próximo al expresidente Ben Alí cuyo objetivo es desestabilizar la situación en el país.

En los blogs y páginas de internet, muy utilizados por los tunecinos en estos momentos, circula la versión de que se trata de agentes de Policía.

LA HUIDA

Ben Alí ha escapó pocas horas después de decretar el estado de excepción, destituir al Ejecutivo y anunciar la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas en un plazo de seis meses. El Ejército tomó el mando del aeropuerto de la capital y ha cerrado el espacio aéreo. La familia de Ben Alí ha sido detenida en el aeropuerto, según informa Al Jazeera.

Ganuchi indicó que Ben Alí le ha encargó formar un nuevo Ejecutivo. Según Ganuchi, esa resolución se adopta "en el marco de las medidas anunciadas". Ben Alí prometió en su discurso ante la televisión y tras las masivas manifestaciones de la población un "cambio completo y profundo" a nivel político y social en el país en el que debían participar todos los actores de la sociedad civil y política, incluida la oposición.

En una breve intervención junto a los presidentes del Congreso, Fuad Mabaza, y de la Cámara de Consejeros (Senado), Abdelah Kallel, Ganuchi, de 69 años, se comprometió a respetar la Constitución y restaurar la estabilidad en el país. "Conforme al artículo 56 de la Constitución y en vista de la dificultad del jefe del Estado para asegurar la gobernabilidad del país, asumo a partir de este momento el cargo de presidente interino", ha dicho Ganuchi. El nuevo presidente interino hizo un llamamiento a los tunecinos "de todas las sensibilidades políticas y regionales" y les ha instado a "demostrar su patriotismo y su unidad". "Me comprometo a respetar la Constitución y a poner en marcha todas las reformas sociales y políticas que han sido anunciadas en colaboración con los partidos políticos y los actores de la sociedad civil", afirmó.

CARGAS POLICIALES

El anuncio de la destitución del Gobierno y la convocatoria electoral legislativa anticipada se produjo poco después de que la policía disolviese con gases lacrimógenos una manifestación de más de 8.000 personas congregadas ante la sede del Ministerio del Interior para exigir la salida del poder de Ben Alí. En otras regiones del país se celebraron también manifestaciones multitudinarias contra el presidente en demanda de su salida del poder.

Ben Alí recurrió a la fuerza para disolver a los manifestantes que recorrían de forma pacífica el centro de la capital. Los comercios permanecieron cerrados y toda la actividad llegó a paralizarse. Por la tarde se volvieron a repetir las escenas del día anterior. Un periodista francés resultó herido como consecuencia de los gases lacrimógenos.

En las protestas en las calles del centro de Túnez, los manifestantes formaron barricadas en la avenida de París, que llegó a estar totalmente colapsada e intransitable. Algunos de los manifestantes sostenía pancartas con lemas como Mentiroso, usted no paró el fuego, dirigidas al presidente.

MUJERES Y HOMBRES DE TODAS LAS EDADES

Hombres de todas las edades tomaron el enorme paseo arbolado que hay frente a la sede del Ministerio de Interior. "No es suficiente lo que ha dicho de que no vaya a presentarse", afirmaba Monces Lassoude, un abogado de 64 años, quien añadía: "Queremos que acabe el pillaje del país. La mujer de Ben Alí ha expoliado el país".