Un mes después de la ruptura del cordón sanitario a la ultraderecha, el Parlamento de Turingia reeligió ayer a Bodo Ramelow, del partido La Izquierda, como primer ministro del estado federado. La misma Cámara que escenificó la ruptura de un tabú -el voto conjunto de conservadores y ultraderechistas en favor de un candidato del partido minoritario FDP- dio así marcha atrás tras un terremoto político que le costó la carrera política a Annegret Kramp-Karrenbauer, la teórica sucesora de la cancillera Angela Merkel, por ser incapaz de mantener la disciplina dentro de la CDU. Ramelow fue elegido en tercera ronda por mayoría simple y gracias a los democristianos que, a diferencia de la votación del pasado 5 de febrero, decidieron abstenerse en las tres votaciones. Los liberales del FDP no participaron en las votaciones y dejaron vía libre para que Ramelow reedite el tripartito con el SPD y Verdes.