Un mes después de la ruptura del cordón sanitario a la ultraderecha, el Parlamento de Turingia reeligió este martes a Bodo Ramelow, del partido La Izquierda, como primer ministro del estado federado. La misma cámara que escenificó la ruptura de un tabú el voto conjunto de conservadores y ultraderechistas en favor de un candidato del partido minoritario FDP dio así marcha atrás tras un terremoto político que le costó la carrera política a Annegret Kramp-Karrenbauer, la teórica sucesora de la cancillera Angela Merkel, por ser incapaz de mantener la disciplina dentro de la CDU.

Ramelow fue elegido en tercera ronda por mayoría simple y gracias a los democristianos que, a diferencia de la votación del pasado 5 de febrero, decidieron abstenerse en las tres votaciones. Los liberales del FDP, por su parte, no participaron en ninguna de las votaciones y dejaron así vía libre para que Ramelow pueda reeditar el tripartido con los socialdemócratas del SPD y Los Verdes con el que ya gobernó la región durante los últimos cinco años.

La ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) presentó en las dos primeras votaciones una candidatura alternativa, la de su líder regional Björn Höcke, el cabecilla del ala más radical del partido, rayana con el neonazismo. Al ver que ningún otro partido apoyaba su apuesta, AfD acabó retirando la candidatura de Höcke, con lo que quedaba claro que Ramelow conseguiría la reelección en tercera ronda.

Pacto de estabilidad

Antes de la sesión parlamentaria de este martes, la CDU firmó un pacto de estabilidad con La Izquierda, el SPD y Los Verdes con una serie de acuerdos mínimos que den a Turingia cierta tranquilidad hasta unas nuevas elecciones previstas para abril del año próximo. El objetivo es poner en marcha una serie de proyectos puestos en peligro por la enorme fragmentación parlamentaria surgida de las últimas elecciones regionales y también por los grandes resultados obtenidos por la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD), que fue segunda fuerza con más del 23% de los votos.

La imagen de la sesión la dejó el nuevo primer ministro de Turingia: Bodo Ramelow le negó el saludo a Björn Höcke cuando estaba recibiendo las felicitaciones de todos los parlamentarios, en un momento que resume a la perfección la tensión vivida en el pequeño estado federado y en el resto de Alemania. No volveremos a dejar llevar por una fracción que pone trampas, dijo Ramelow sobre el papel jugado por AfD en la última gran crisis política de Alemania.