La alianza entre Israel y Turquía no deja de deteriorarse. Esta vez han sido la insólita puesta en escena escogida por el Ministerio israelí de Exteriores para protestar contra el contenido de una teleserie turca y las últimas declaraciones del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan --que el domingo acusó a Israel de poner en peligro la paz mundial-- las que han reabierto la caja de los truenos. La secuencia se vivió el lunes en la sede de Exteriores en Jerusalén. En dos sillones se sientan el viceministro, Danny Ayalon, y uno de sus ayudantes con semblante sombrío. En un sofá, a un nivel más bajo y mirando hacia arriba, el embajador turco Ahmet Celikkol, convocado a consultas. Ankara convocó ayer al embajador israelí para exigirle disculpas.