Turquía está desplegando un millar de efectivos policiales especiales a lo largo de su frontera con Grecia para detener el retroceso de los migrantes hacia su territorio, ha informado el ministro del Interior, Suleyman Soylu, que ha contabilizado 164 migrantes heridos por las autoridades griegas.

El anuncio de Soylu se produce en medio de la crisis entre Ankara y Atenas después de la decisión de Turquía de no cumplir con un acuerdo de 2016 con la Unión Europea para detener los flujos migratorios ilegales a Europa a cambio de miles de millones de euros en ayuda.

Miles de migrantes se han acercado a la frontera turca con Grecia con la esperanza de cruzar a Europa. Ankara ha acusado a las autoridades griegas de disparar y herir a inmigrantes cerca de la frontera. Atenas lo ha rechazado, diciendo que la policía turca estaba ayudando a los inmigrantes a cruzar la frontera ilegalmente.

"Evitar el retroceso"

En declaraciones a periodistas en la provincia fronteriza de Edirne, en el noroeste del país, Soylu dijo que la policía griega había herido a decenas de migrantes que intentaban cruzar la frontera. "Hirieron a 164 personas. Intentaron empujar a 4.900 personas de regreso a Turquía", dijo. "Estamos desplegando 1,000 policías de la fuerza especial en el sistema fronterizo para evitar el retroceso".

Turquía, encerrada en un conflicto militar con Moscú y Damasco en el noroeste de Siria, alberga 3,6 millones de refugiados sirios y ha dicho que no puede soportar más. Quiere que la UE respalde con más fuerza sus esfuerzos en Siria y entregue más fondos para atender a los casi un millón de desplazados allí. El presidente Tayyip Erdogan se reunió con funcionarios de la UE el miércoles para discutir los desarrollos en Siria y los migrantes que inundan las fronteras europeas.

El portavoz de Erdogan dijo más tarde que "no se hizo ninguna propuesta concreta" sobre los migrantes en las conversaciones. (Reporte de Bulent Usta; Redacción de Ezgi Erkoyun y Tuvan Gumrukcu; Edición de Dominic Evans y Jonathan Spicer).