Turquía empezará este domingo sus maniobras militares anuales con las fuerzas de la República Turca del Norte de Chipre, ha anunciado este sábado el Ministerio de Defensa turco en un comunicado. Estas maniobras se celebrarán en un clima de tensión máxima entre Turquía, Grecia y la República de Chipre -la griega, miembro de la UE- porque los tres países reclaman para su uso exclusivo miles de kilómetros de mar del Mediterráneo oriental, donde, posiblemente, haya bolsas de gas subterráneas.

Desde hace meses, Ankara y Atenas viven en una guerra dialéctica que no hace si no aumentar a medida que pasa el tiempo, mientras en el mar, sus barcos militares chocan de vez en cuanto para echarse de las aguas que cada cual considera suyas. Nadie cree que de esto pueda surgir un conflicto, pero la tensión está tan alta que un error o accidente indeseado puede poner la situación fuera de control.

"Acabarán por entender que Turquía tiene todo su arsenal político, económico y militar para desechar mapas inmorales y documentos impuestos por otros", ha dicho este sábado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que, en los últimos días, ha subido varios tonos su discurso belicista tanto contra Grecia como contra Francia, uno de los países de la UE más beligerantes contra Turquía.

MEDIACIÓN FALLIDA

Hasta la fecha, Alemania y España han intentado mediar entre Atenas y Ankara, que, según muchos expertos, mantienen posiciones maximalistas e imposibles de aceptar para el otro bando. Los intentos alemán y español fallaron.

Este pasado jueves, lo intentó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Turquía y Grecia, aunque países enfrentados desde hace siglos, forman ambos parte de la organización transatlántica. La mediación del noruego parece también haber fallado.

Turquía mina cualquier esfuerzo de diálogo con violaciones del derecho internacional y nuestra soberanía, dijo este viernes la presidenta griega, Katerina Sakellaropulu. El gobierno turco defiende lo mismo, pero desde la posición contraria. Son los griegos que buscan que la UE imponga sanciones contra Turquía, dicen los turcos, los que imposibilitan las conversaciones. Ambos, después, se muestran a favor de hablar.

El 24 de setiembre hay programada una conferencia multilateral en Bruselas para abordar la cuestión. La UE espera que, con ella, se puedan calmar los ánimos en el Mediterráneo oriental.