Ucrania exigió ayer a Irán que lleve ante la justicia a los culpables del derribo del avión de la aerolínea Ukraine International Airlines (UIA) el pasado miércoles en Teherán y que pague una indemnización a las familias de las 176 víctimas.

«Esperamos de Irán garantías de que la investigación será completa y abierta, que lleve a los responsables ante la Justicia, devuelva los cuerpos de los fallecidos, pague una indemnización y se disculpe oficialmente a través de los canales diplomáticos», afirmó en un comunicado el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski.

Una vez clarificadas las exigencias, Kiev también tuvo palabras más suaves dentro de la gravedad del incidente. Horas después de que las autoridades iranís admitieran que habían abatido «por error» el Boeing 737-800 de Ukranian International Airlines, el comunicado alabó la colaboración del país persa en la investigación. «Tenemos suficientes datos para comprender que la investigación será rápida y objetiva», recogía el texto oficial.

Aunque sin mencionar a Rusia, nadie duda de que la jefatura del Estado tenía en mente al Kremlin, que desde hace cinco años niega tajantemente su papel en el derribo de un avión malasio sobre los cielos del este de Ucrania, pese a que la investigación internacional ha determinado ya que el aparato, un Boeing 777, fue alcanzado por un misil ruso.