La Comisión Europea, el Consejo de la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE) afirmaron ayer que el rechazo sueco a integrarse en el euro no afectará a la divisa común europea, ni debilitará la política de integración europea, al tiempo que expresaron su confianza en que Suecia se adhiera en el futuro a la moneda única.

Los dirigentes comunitarios señalaron que el único impacto político del fracaso del referendo en Suecia ha sido la oportunidad perdida de poder influir sobre Dinamarca y Gran Bretaña para que se sumen al euro. "Un habría constituido una señal positiva", reconoció el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes.

PERDIDA DE INFLUENCIA

Suecia es quien sufrirá un impacto negativo, ya que su influencia política dentro de la UE quedará limitada al no querer participar en la moneda común, advirtió el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi.

La Comisión, que ya había minimizado la víspera el impacto del rechazo sueco, fue mucho más explícita: "Deseamos naturalmente que todo el mundo participe en el euro si las circunstancias requeridas se cumplen, pero si alguno decide no participar, no es una catástrofe para una divisa que ya es fuerte", declaró el portavoz del Ejecutivo comunitario.

Solbes lamentó que Suecia haya decidido no formar parte del "grupo de vanguardia y de líderes" de la zona euro e insistió en que esto no afectará para nada a la estabilidad del euro.

El secretario general del Consejo de la UE y responsable de la Política Exterior europea, Javier Solana, lamentó el resultado del referendo porque "estar en el euro es bueno para un país".

"Suecia es un miembro muy sólido de la UE y veremos cómo se involucra en el futuro. No creo que la población sueca se distancie de la Unión, sino sólo en esta cuestión", afirmó Solana.

El presidente del BCE, Win Duisenberg, declaró que el no sueco "no influirá sobre la política y la actividad del BCE, ni sobre la posición del euro".

La Comisión Europea recordó que el euro, pese a su juventud, es ya la segunda moneda mundial, utilizada diariamente por más de 305 millones de europeos. El Ejecutivo comunitario destacó además que el 75% de los ciudadanos de la zona euro se siente satisfecho con la moneda, según los datos del último sondeo, efectuado en abril.

El resultado del referendo deja, no obstante, a Suecia en una situación ambigua, ya que tiene la obligación de integrarse en el euro por su tratado de adhesión a la UE y no dispone de la cláusula que exime a Gran Bretaña y Dinamarca de esa obligación.

OBLIGACION DE INTEGRARSE

"Suecia sigue teniendo la obligación de integrarse en el euro a largo plazo, aunque no haya fecha precisa", recordó el portavoz de Solbes. El Tratado de la UE, precisó, deja en manos de Suecia el decidir cuándo estarán listos.

La Comisión descartó que el no sueco influya negativamente en los futuros estados miembros, que aspiran a una integración rápida en el euro y cuyo euroentusiasmo debe ser frenado por el propio Ejecutivo comunitario.

Los gobiernos de Dinamarca y Gran Bretaña también se apresuraron a afirmar que el resultado sueco no influirá en sus decisiones sobre la divisa, aunque el Gobierno danés seguramente aplazará su planeada convocatoria de un nuevo referendo.