La Unión Europea ha aprobado hoy nuevas sanciones contra Irán, que van más allá de las aprobadas en junio por el Consejo de Seguridad de la ONU, para forzarle a negociar sobre su programa de enriquecimiento de uranio. Se trata del paquete de sanciones más restrictivo impuesto nunca por la UE a un país tercero, según han destacado fuentes diplomáticas europeas. Además, por primera vez, los Veintisiete dirigen sus medidas contra el estratégico sector energético iraní, aunque las sanciones también afectan al comercio, los servicios financieros y el transporte. Canadá también ha anunciado hoy un endurecimiento de las sanciones a Teherán, en línea con lo aprobado por la UE.

El detalle de las sanciones no se conocerá hasta que el documento se publique en el diario oficial de la UE, cosa que sucederá hoy o mañana. Fuentes diplomáticas han adelantado, sin embargo, que las medidas incluyen negar los visados y congelar los activos de ciertos bancos iranís, de los Guardianes de la Revolución y de la la Compañía de Transporte de la República Islámica de Irán (IRISL). Asimismo, todas las nuevas inversiones, exportación de equipamiento o transferencia de tecnología para la industria iraní del refino de petróleo o producción de gas licuado quedarán prohibidas.

Por lo que respecta a los transportes, el sector de transporte de mercancías, tanto por mar como por aire, se verá igualmente afectado;y los aviones de cargo con bandera iraní no podrán aterrizar en aeropuertos europeos y las autoridades marítimas podrán llevar a cabo inspecciones de buques en alta mar.

VETO A LAS INVERSIONES

En el sector bancario se prohibirán totalmente las nuevas inversiones o aperturas de filiales, si bien se respetarán los contratos ya existentes. Y se restringirán los créditos, garantías, seguros y otros servicios de apoyo financiero de entidades de la UE para los clientes iranís. Todas las transferencias de más de 40.000 euros con destino a ese país deberán recibir el permiso de las autoridades bancarias nacionales; las de entre 10.000 y 40.000 tendrán que ser notificadas. Asimismo, se ampliará la lista de empresas iranís que no podrán operar en la UE y de personalidades del régimen a las que se les negará el visado.

El objetivo de las nuevas sanciones es estrechar el cerco contra los Guardianes de la Revolución, la fuerza paralela al Ejército iraní y fiel al régimen islámico de Teherán. En su declaración pública, los Veintisiete han animado a Irán a dialogar para disipar las preocupaciones de la comunidad internacional sobre su programa de enriquecimiento de uranio. En este contexto, han instado al Gobierno de Teherán a que acuerde una fecha para reunirse con la jefa de la dipomacia europea, Catherine Ashton, y con el llamado Grupo de los Seis -Alemania más los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia-.

En su pulso con la comunidad internacional sobre su programa nuclear, Irán ha respondido hoy a las cartas que el Grupo de Viena -Rusia, EEUU, Francia y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA)- le envió el pasado junio anunciando su disposición para dialogar sobre el intercambio de combustible nuclear.