La Unión Europea (UE) asumió ayer que el plan sobre el estatuto final de la provincia serbia de Kosovo deberá ser impuesto por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El enviado especial de la ONU, Martti Ahtisaari, y la mayoría de los miembros del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE coincidieron en afirmar que "no se va a alcanzar una solución negociada" entre Belgrado y Pristina. Ahtisaari indicó que, si no se alcanza un acuerdo, presentará el próximo mes de marzo su propuesta al Consejo de Seguridad de la ONU para su adopción.

Petición La Unión Europea ofreció su apoyo a un nuevo Gobierno proeuropeo en Belgrado, pero condicionó la reanudación de negociaciones del acuerdo de asociación a que Serbia "tome acciones concretas y efectivas para una total cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia".