La UE condenó ayer "con la máxima firmeza" los asaltos a las embajadas en Belgrado el jueves por la noche y advirtió a las autoridades serbias de que ese clima de violencia impedirá cualquier avance en el acuerdo de asociación con la UE, paso previo imprescindible para iniciar un eventual proceso de adhesión. La UE también reclamó a Belgrado que garantice la protección de las sedes diplomáticas y que se abstenga de "cualquier declaración que pueda inflamar aún más los ánimos". La UE y la OTAN mantendrán una reunión conjunta a nivel de embajadores el próximo lunes para analizar la crisis en los Balcanes.

"La situación debe calmarse antes de que podamos recuperar el clima que nos permita reanudar los contactos para avanzar en el acuerdo de asociación", advirtió el responsable de la política exterior de la UE, Javier Solana. La firma del acuerdo está bloqueada por el veto de Holanda, que exige a Belgrado la entrega previa del exgeneral serbobosnio Ratko Mladic (responsable de la matanza de Srebrenica en 1995) al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia. La inflexibilidad holandesa, fruto de su mala conciencia por la corresponsabilidad de sus soldados al entregar a Mladic Srebrenica, ha privado a la UE de poder ofrecer a Serbia una compensación por la pérdida de Kosovo.

RIESGO DE CONTAGIO "Estos actos de violencia no conducen a ninguna parte", añadió Solana, tras recordar a Serbia que tiene "la obligación de proteger las embajadas". La UE está preocupada por el riesgo de contagio que la crisis puede provocar en la frágil estabilidad de Bosnia, cuya seguridad garantizan ahora 2.500 soldados de la UE.

La tensión se hizo ayer evidente cuando el Parlamento serbobosnio aprobó una resolución que amenaza con un referendo de secesión si la mayoría de países de la ONU, y sobre todo de la UE, reconocen la independencia de Kosovo, informa Efe.

Rusia, por su parte, afirmó ayer que se reserva el derecho de "utilizar la fuerza" si la OTAN o la UE "desafían" a la ONU sobre Kosovo y trasladó a los países occidentales la responsabilidad por la violencia en Belgrado.