Irlanda se comprometió ayer a volver a someter a referendo el Tratado de Lisboa antes del fin del mandato de la actual Comisión Europea, en noviembre del 2009, tras recibir la garantía de que cada país conservará un comisario en los futuros ejecutivos comunitarios, en contra de lo estipulado por el actual tratado y por el de Lisboa. Los Veintisiete se fijaron como objetivo que el Tratado de Lisboa entre en vigor antes de acabar el 2009. El texto ya ha sido ratificado por 25 países, y solo faltan Irlanda y la República Checa.

El problema de la reforma institucional fue la primera cuestión abordada por los líderes de los Veintisiete al iniciar la cumbre europea de Bruselas. El pacto abre la vía para resolver la grave crisis política creada por el rechazo irlandés a la reforma de la UE, pero no garantiza la aprobación del tratado en un nuevo referendo debido a la bajísima popularidad del Gobierno irlandés, según fuentes diplomáticas.

CONFIANZA El primer ministro irlandés, Brian Cowen, subrayó que el mantenimiento de un comisario por Estado es un elemento indispensable que da "seguridad y confianza" a los pequeños países. El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que España quería una Comisión Europea más reducida para que fuera eficaz, pero que puede aceptar mantener un comisario por país. Bélgica y Holanda expresaron su malestar porque el Ejecutivo comunitario perderá eficacia al tener demasiados comisarios, pero se resignaron en aras del compromiso.

Una vez entre en vigor el Tratado de Lisboa, los Veintisiete utilizarán el procedimiento previsto en el mismo tratado para acordar por unanimidad mantener un comisario por país en vez de reducir el tamaño de la Comisión Europea a partir del 2014, según el pacto promovido por la presidencia francesa de la UE. Los líderes europeos se comprometieron también a garantizar a Irlanda que el nuevo tratado no cuestionará la neutralidad del país, ni modificará la baja tributación de las empresas, ni le obligará a autorizar el aborto, ni cambiará la legislación irlandesa sobre la familia y la educación. El Reino Unido advirtió de que ninguna de esas garantías debe modificar el texto del Tratado de Lisboa, que, de hecho, no afecta a ninguna de estas cuestiones. Pero los partidarios del no en el referendo así lo hicieron creer a la población, sin que el Gobierno irlandés hiciera nada al respecto.

EL PARLAMENTO Las elecciones al Parlamento Europeo del próximo junio se realizarán conforme al actual Tratado de Niza, con 736 escaños en total. Una vez el nuevo tratado entre en vigor, España y los otros 11 países cuyo número de eurodiputados deberá aumentar obtendrán "lo antes posible" los escaños adicionales, con lo que el número total se situará en 754. Esto permitirá a España conservar los cuatro escaños que perdía con Niza.

Los líderes europeos acordaron, asimismo, que cuando entre en vigor el Tratado de Lisboa, la presidencia semestral de turno (Suecia si se mantiene el calendario) seguirá presidiendo las reuniones y las cumbres hasta el final del semestre, a pesar de la elección del presidente estable de la UE y de los poderes reforzados del responsable de la política exterior. El compromiso mantiene aún un papel relevante para la siguiente presidencia semestral, que corresponde a España en el primer semestre del 2010.

SIN PRORROGAS Los Veintisiete decidieron, además, que el proceso de nombramiento de la futura Comisión Europea, en particular la designación de su presidente, "se iniciará sin demoras" tras las elecciones europeas de junio. La presidencia francesa cerró así la vía a quienes pedían prorrogar el mandato de la Comisión hasta que se resolviera la crisis institucional.