Los ministros de Exteriores de la UE, reunidos ayer en Luxemburgo, decidieron congelar su ayuda financiera al Gobierno de Hamás para presionarle a que reconozca al Estado de Israel. Por el contrario, los Veinticinco reiteraron su voluntad de mantener la ayuda humanitaria al pueblo palestino. También acordaron suspender los contactos con Hamás, que sigue figurando en la lista de organizaciones terroristas de la UE.

"Es difícil tratar con el Gobierno palestino si no cambia de rumbo", declaró Javier Solana, alto representante de la Política Exterior. Solana recordó que el Cuarteto para Oriente Próximo (UE, EEUU, Rusia y la ONU) exige a Hamás que renuncie a la violencia, reconozca a Israel y acepte los acuerdos de paz de anteriores gobiernos. Pero apuntó: "Vamos a seguir apoyando al pueblo palestino, no les abandonaremos".