La presidencia española logró ayer desbloquear la creación del servicio diplomático de la Unión Europea (UE), que constituye una de las principales innovaciones introducidas por el Tratado de Lisboa. La Comisión Europea, la Eurocámara y la presidencia de turno cerraron un acuerdo en Madrid después de una reunión de más de tres horas.

En el encuentro participaron la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton; el ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, en nombre de la presidencia de turno de la UE; el comisario europeo de Administración y Asuntos Institucionales, Maros Sefcovic; y los tres diputados del Parlamento Europeo encargados de la negociación.

Después de meses de disputas, el acuerdo político ha sido posible, al haberse garantizado que la Eurocámara tendrá un mayor peso en el control del servicio, tanto en el político como en el presupuestario, según explicó el secretario de Estado español para la UE, Diego López Garrido.

También se ha concretado la regulación del personal que integrará el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), como se le denomina oficialmente, y que estará integrado por más de 6.000 funcionarios, incluidos 4.500 diplomáticos repartidos por el mundo. Procederán en proporciones similares de la Comisión Europea, el Consejo Europeo y los Veintisiete socios.

El acuerdo será analizado por separado por cada una de las partes, con el fin de que el Consejo lo apruebe lo antes posible. Como paso previo, será necesario el dictamen del Parlamento Europeo, que la presidencia española confía en que esté listo durante el mes de julio, según indicó López Garrido.