Los líderes de la Unión Europea (UE) planeaban anoche endurecer su política de asilo e inmigración en la primera jornada de la cumbre de Salónica. La reunión se celebra en realidad a 140 kilómetros de esa ciudad, en el centro de lujo de Porto Carrás, para poder escapar a las protestas de los movimientos antiglobalización, que ayer ya se manifestaron.

Los jefes de Estado y de Gobierno, según el borrador de conclusiones de la cumbre, encargarán hoy a la Comisión Europea que estudie cómo conseguir que la entrada de refugiados en la UE sea "más ordenada y razonable" y cómo "incrementar la capacidad de protección en sus regiones de origen" para limitar el número de refugiados en Europa.

Gran Bretaña defendió, con el apoyo de Austria y Dinamarca, que la cumbre apoye realizar proyectos piloto para crear zonas de protección especial en Africa y otras regiones, donde puedan establecerse los demandantes de asilo. Alemania y Suecia y la mayoría de países expresaron sus rechazo a avalar esta iniciativa para crear campos de concentración de refugiados.

GRADO DE COOPERACION

La cumbre de Salónica también decidió examinar cada año el grado de cooperación de los países extracomunitarios en la lucha contra la inmigración ilegal, el control de sus fronteras y la readmisión de los sin papeles . Además, urgieron a la Comisión Europea a desarrollar "lo antes posible" el sistema informático de visados, que incluya los datos biométricos de los demandantes.

Los jefes de Estado y de Gobierno acogieron anoche de forma favorable la nueva estrategia de seguridad de la UE elaborada por Javier Solana, responsable de la política exterior europea. Solana abogó porque la UE desempeñe un papel de líder mundial, como ya adelantó este diario.

La UE, añadió Solana, debe promover un cinturón de países bien gobernados más allá de sus fronteras orientales y en la orilla del Mediterráneo y desarrollar "relaciones estratégicas con Rusia, China, Japón, Canadá y la India". "Debemos estar preparados para actuar antes de que se produzca una crisis", señaló. La UE, añadió, debe ser capaz de hacer operaciones militares simultáneas y actuar de forma "temprana, rápida y, en caso necesario, contundente". No obstante, Solana recomendó reforzar la diplomacia europea.