La Unión Europea (UE) se dispone a suavizar sus sanciones políticas al régimen cubano de Fidel Castro, de acuerdo con la línea defendida por el Gobierno socialista español para promover de forma efectiva la democratización de la isla. Los responsables de la política con América Latina de los Veinticinco, reunidos en el comité de Latinoamérica del Consejo de la UE, recomendaron ayer levantar temporalmente las actuales sanciones políticas contra el Gobierno de Fidel Castro e intensificar al mismo tiempo el diálogo con los disidentes.

La propuesta se produce tras la liberación por el Gobierno cubano de 14 disidentes en las últimas semanas y tiene como objetivo restablecer el diálogo diplomático de la UE con el régimen, para poder favorecer la democratización de la isla.

La propuesta, que deberá ser asumida por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE por unanimidad en enero, implica levantar hasta junio del 2005 las sanciones adoptadas en el 2003 a raíz de la ola de detenciones masivas y condenas draconianas de disidentes emprendida por el régimen cubano.

La primera medida que se propone es dejar de invitar a los disidentes a las celebraciones de las fiestas nacionales en las embajadas de los estados de la UE en Cuba. Esas invitaciones fueron consideradas por Castro como un desafío público, lo que congeló el diálogo del Gobierno cubano con los países, como España, donde los disidentes asistían a esta celebraciones.

ACTOS RESTRINGIDOS Para equilibrar la decisión, se propone que tampoco se invite a los altos funcionarios del Gobierno cubano y que esos actos queden restringidos a los nacionales de cada país y al cuerpo diplomático. Como contrapartida, se plantea "un diálogo político reforzado" con los representantes de la oposición al régimen.

Las otras sanciones que se suspenderán serán la reducción al mínimo de las visitas de autoridades de los gobiernos europeos a la isla y la presencia de bajo perfil de funcionarios europeos en los actos culturales cubanos.

La reorientación de la política europea hacia Cuba es fruto de las gestiones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero desde julio. Zapatero y el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, consideran que la actitud de hostigamiento promovida en la etapa del PP ha sido ineficaz y contraproducente.