La Unión Europea (UE) acordó ayer suavizar su actitud hacia Cuba, sin modificar formalmente la posición común hacia el régimen castrista, e iniciar un diálogo exploratorio con la autoridades cubanas sobre cómo mejorar las relaciones con la isla con el objetivo de avanzar hacia un acuerdo bilateral.

Los Veintisiete encargaron a la ministra europea de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, que explore la disposición del Gobierno cubano a negociar algún acuerdo simplificado de cooperación bilateral con la UE, sin que se derogue previamente la posición común europea que exige avances en los derechos humanos y la democratización de la isla. Un anterior intento de normalizar las relaciones con Cuba a iniciativa española fracasó por la exigencia de La Habana de que se derogara dicha posición común, adoptada en 1996 a instancias del Gobierno de José María Aznar.

COMPROMISO El acuerdo alcanzado por los Veintisiete durante el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores celebrado en Luxemburgo señala que "la UE abre un proceso de reflexión", durante el cual Ashton, "en el marco de la actual posición común, sondeará cómo avanzar" en las relaciones con Cuba.

Ashton informará en diciembre a los demás ministros europeos del resultado de esos contactos, que serán una continuación del diálogo mantenido en los últimos meses entre el régimen cubano y el anterior ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. Ashton, de momento, no prevé desplazarse hasta la isla para esos contactos exploratorios, precisaron fuentes de su equipo.

El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE valoró las liberaciones escalonadas de presos políticos realizadas por el régimen cubano a lo largo de los últimos meses. "Ahora debemos trasladar esa atmósfera positiva a nivel europeo", han indicado fuentes diplomáticas.

El inicio de esos contactos exploratorios es "un buen compromiso" entre la propuesta española de derogar la posición común "por ineficaz y obsoleta", y la voluntad de Suecia, Polonia, Alemania, la República Checa y otros países de mantener esa posición común hasta que no haya cambios más tangibles en la democratización y el respeto de los derechos humanos en Cuba, destacaron las citadas fuentes.

Jiménez argumentó durante los debates que la UE debía enviar a Cuba una "señal" positiva, tras las liberaciones de 42 presos políticos, para afianzar el proceso de reformas políticas en la isla. "Ahora es más necesario que nunca buscar una nueva relación que esté basada en el respeto, en la confianza y en la bilateralidad", insistió.

"PASO IMPORTANTE" España, que ha renunciado de momento a revocar la posición común sobre Cuba porque necesita el respaldo unánime de sus socios, consideró que el acuerdo alcanzado en Luxemburgo es "un paso importante", que abre el camino para "la normalización de las relaciones entre la UE y Cuba". Jiménez señaló que, "de alguna manera, se supera de facto la posición común" con la apertura de un diálogo bilateral con las autoridades cubanas, como defendía desde hace años el Gobierno español.

La ministra se mostró convencida que en esta ocasión el Gobierno cubano estará dispuesto a aceptar la oferta europea, aunque no esté formalmente derogada la posición común sobre la isla que La Habana considera una afrenta discriminatoria.

Alemania, Polonia, Suecia y la República Checa, entre otros países, mantuvieron sus reservas pese a los argumentos españoles e insistieron en que el Gobierno cubano debe realizar gestos más tangibles y adoptar reformas de carácter político.