La Comisión Europea y numerosos eurodiputados criticaron ayer con dureza la actitud del Gobierno italiano con los gitanos en un debate extraordinario en el Parlamento Europeo. El comisario de Asuntos Sociales, Vladimir Spidla, rechazó "toda asimilación de gitanos y criminales". En una referencia a Italia, Spidla denunció "la violencia racista que se nutre del populismo político, de discursos de incitación al odio y de ofensivas mediáticas".

"Los rumanos disfrutan del mismo derecho a la libre circulación que los demás ciudadanos de la UE, y la Comisión Europea se encargará de que sus derechos sean respetados", advirtió Spidla al Gobierno de Silvio Berlusconi. Las expulsiones solo pueden realizarse caso por caso y deben estar justificadas, añadió.

El debate se hizo cada vez más tenso, en especial después de que el eurodiputado italiano de extrema derecha Luca Romagnoli abogara por la creación de un Estado para los gitanos en Europa oriental. "Así se mejoraría su calidad de vida, y también la nuestra", dijo. El socialista Claudio Fava comparó esa propuesta con la actuación del régimen nazi y denunció que Berlusconi está reintroduciendo el concepto de raza en la legislación italiana.