Los 25 estados miembros de la UE acordaron ayer controlar de forma efectiva las mezquitas, las escuelas coránicas y las prisiones para evitar que se conviertan en focos de radicalismo islámico y de reclutamiento de terroristas. El Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE aprobó una estrategia europea para luchar contra el terrorismo y otra específica para combatir la radicalización y el reclutamiento de terroristas, acompañada de un plan operativo confidencial.

El Consejo de Ministros europeo también acordó una decisión-marco para que los estados de la UE intercambien información policial en el plazo máximo de ocho horas en los casos urgentes relacionados con terrorismo y otros delitos graves.

La nueva estrategia antiterrorista detalla la actuación frente a esta amenaza a través de la prevención, la protección, la persecución y la reacción tras un atentado. Los Veinticinco destacan que Al Qaeda y los grupos islamistas de su entorno constituyen "la principal amenaza terrorista" de la UE y resaltan la necesidad de ganarles la batalla.

El documento señala que sólo se logrará combatir eficazmente el terrorismo mediante la colaboración activa de las comunidades musulmanas en Europa y de los países musulmanes, y que es necesario corregir los factores que contribuyen al radicalismo, como desigualdades socioeconómicas, conflictos sin resolver y gobiernos autoritarios.

PRIORIDADES La estrategia prioriza la detección y el aislamiento de las redes terroristas, en especial mediante la vigilancia de los promotores de la radicalización en centros de culto, escuelas religiosas y prisiones, de sus mecanismos de comunicación a través de internet y de sus sistemas de financiación a través de organizaciones caritativas. La estrategia incluye controlar los desplazamientos de personas a zonas de conflicto donde pueden recibir entrenamiento terrorista, así como privar a los terroristas del acceso a armas y documentos falsos.

Otras medidas son el aumento de la protección de las infraestructuras clave, así como la introducción de datos biométricos en los pasaportes y la mejora del control de fronteras.

La Comisión Europea, sin embargo, criticó que la eficacia de la lucha antiterrorista en la UE se ve mermada por el retraso o la deficiente aplicación por parte de los estados miembros de las medidas acordadas.