Situación desesperada a bordo del Open Arms. La salud física y psicológica de los 134 migrantes que permanecen en el barco de la oenegé española frente a la isla de Lampedusa (sur) empeora con el paso de las horas, mientras el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, sigue enrocado en su negativa a autorizar su desembarco. «Amenazas de suicidio. Conatos de violencia. Todas las personas están física y psicológicamente rotas. Al límite. Necesitan ser evacuadas de forma inmediata», aseguró ayer la organización en las redes sociales, en un grito desesperado.

El reparto de los migrantes acordado el jueves por seis países europeos, entre ellos España, no ha servido para que Salvini rectifique su postura. «¿Reapertura de puertos? No en mi nombre», espetó en Twitter el dirigente de la ultraderechista Liga. La interpretación más general de los medios italianos es que el titular de Interior «necesita» una demostración pública de fuerza en el país, después de que el lunes se acorraló a sí mismo con una agenda sobre una crisis de gobierno que el Parlamento rechazó, echando por tierra su deseo de un adelanto electoral.

OÍDOS SORDOS / Y es que Salvini permanece ajeno a todos los llamamientos para cerrar la crisis humanitaria que se vive frente a sus costas. «Se trata de una situación insostenible», declaró Vanessa Mock, portavoz de la Comisión Europea. «Una vez más mis homólogos europeos nos tienden la mano, no nos limitemos a tomar posiciones de absoluta intransigencia», subrayó, por su parte, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.

El desembarco es competencia del delegado del Gobierno en Agrigento (Sicilia), quien espera instrucciones de Interior. Sin embargo, de por medio está una sentencia del tribunal administrativo de Roma que autorizó de hecho el atraque de Open Arms en la isla de Lampedusa y que no se cumple. «Italia no respeta la sentencia del tribunal, somos tratados como delincuentes», acusaron desde la nave humanitaria.

Mientras tanto, la misma oenegé y el colectivo Juristas Demócratas presentaron sendos alegatos ante la fiscalía de Agrigento. Los abogados de Open Arms, «por secuestro de personas, violencia privada y abuso de poder», mientras que el colectivo de abogados pide evaluar posibles «violaciones cometidas o actos omitidos» que puedan presentar importancia penal. La fiscalía abrió ayer una investigación y en las próximas horas tomará una decisión.

Después de 16 días esperando un puerto seguro en alta mar y estar ahora fondeados a pocos metros del puerto de la isla, la situación a bordo «es de absoluta emergencia», según comunicaron desde la nave. Una inspección médica italiana realizada el jueves certificó que a bordo de la nave la «situación es insostenible». El psicólogo de la onenegé italiana Emergency Alessandro Dibenedetto refirió que los rescatados han sufrido abusos torturas y violaciones de sus derechos humanos en su viaje hacia Europa y que actualmente se encuentran en «condiciones de extrema vulnerabilidad, tanto física como psicológica, agravadas por la incertidumbre y el estrés que están viviendo, lo que les expone a sufrir riesgos psicopatológicos».

La mayoría tiene problemas como ansiedad y depresión, pero también tensión muscular, insomnio, cansancio, estado de preocupación constante e incluso pensamientos de autolesión, expone el documento. El comandante ordenó arriar las chalupas de apoyo para intervenir si alguno de los migrantes se tira al agua en un intento de suicidio.