Austria amaneció ayer entre el estupor y la duda. Las elecciones del domingo no solo han vuelto a alzar inesperadamente a la ultraderecha por encima de su propio récord, sino que le han otorgado una posibilidad real de volver al Gobierno.

La interpretación general es que la gran coalición de conservadores y socialdemócratas ha sido rechazada en las urnas y que los auténticos vencedores son el nuevo líder del Partido Liberal (FP , ultraderechista), Heinz- Christian Strache, y el populista Jörg Haider (BZ ). Entre ambos sumaron casi el 30% de los votos y 56 escaños, y quieren que su éxito se vea reflejado en la formación del Gobierno. Haider afirmó ayer que su grupo está en condiciones de "asumir responsabilidad de gobierno". "Está claro que el centro ha ganado y que los perdedores no están dispuestos a aceptar su derrota y reflexionar", decía el ultraderechista Strache el mismo domingo por la noche. "No podemos aceptar una coalición de los perdedores", decían voces del propio Partido Popular ( VP, conservador), aturdido tras su estrepitosa caída (perdió 9 puntos y 16 escaños) y que ahora tiene la llave de una difícil gobernabilidad. Pero ya no será el hasta ayer líder conservador, Wilhelm Molterer, quien deberá gestionar esta situación. Gran derrotado en las urnas, Molterer no resistió las presiones y dimitió. Le sustituirá su número dos, Josef Pröll, sin duda el preferido de los socialdemócratas para renovar la coalición. Pero antes habrá que ver si es capaz de pasar por encima de algunos mandamases de su partido que se han mostrado mucho más dispuestos a pactar con la ultraderecha que con sus antiguos socios.

Esa opción recibió ayer, en cierto modo, un aval por omisión de la Unión Europea (UE). A diferencia de su airada reacción en el 2000 ante la entrada de Haider en el Gobierno, la Comisión Europea se limitó ayer a manifestar su "respeto" por el resultado electoral y su esperanza de que Austria mantendrá un papel "constructivo" en la UE.

OPCION SOCIALDEMOCRATA A todo ello, el supuesto vencedor y primer aspirante a canciller es el nuevo líder del SP (socialdemócrata), Werner Faymann. Su partido bajó hasta un discreto 29,7% y 58 escaños, pero logró mantenerse como el más votado y derrotar a los conservadores, que cuando rompieron la tempestuosa coalición tenían más de cinco puntos de ventaja en los sondeos. "No volveremos a la coalición de las discusiones", ha dicho Faymann. Su intención es, sin embargo, volver a gobernar con los populares. Negociar con los ultraderechistas no es una opción para Faymann, que prometió no pactar con ellos y ha garantizado ahora que cumplirá todas sus promesas electorales, empezando por esa. Mientras tanto, los populistas de derechas ya se ven en el poder.