La derecha populista de la Unión Democrática de Centro (UDC), un partido nacionalista y xenófobo, es desde las elecciones del pasado domingo el primer partido suizo, pero sin fuerza suficiente para poder llevar a cabo su programa extremista.

Con el 29% de los votos, la UDC, del controvertido ministro de la Policía Christophe Blocher, ganó más de dos puntos respecto a las elecciones del 2003, y aumentó su ventaja respecto a la segunda formación del país, el Partido Socialista, que perdió más de cuatro puntos y obtuvo menos del 20% de los votos. Sin embargo, el escrutinio proporcional otorga a la UDC solo 62 de los 200 escaños del Consejo Nacional, la Cámara baja del Parlamento. Por lo tanto, le será indispensable el apoyo de los dos partidos de centroderecha, radicales y demócratacristianos, si quiere tirar adelante sus proyectos. Esos dos partidos obtuvieron en total otros 62 escaños de la Cámara.

CAMPAÑA AGRESIVA La UDC ha doblado su representación parlamentaria en los últimos ocho años. Su campaña, muy polarizada y agresiva, con mensajes simples como el famoso cartel de las tres ovejas blancas expulsando de Suiza a una congénere negra, ha calado hondo en su base electoral tradicional, el medio rural y la Suiza alemana.

Sin embargo, en esta ocasión se ha extendido también por las regiones francesas, más ajenas a su cultura política, y la UDC se ha convertido en el primer partido en la multinacional Ginebra, sede de decenas de organismos internacionales.

CONTRA LA UNION EUROPEA En su programa, la UDC propone reducir los impuestos, luchar contra la burocracia, recortar el derecho de asilo y retirar simbólicamente la demanda de adhesión de Suiza a la Unión Europea (UE). "La adhesión de Suiza a la UE deberá desaparecer de la cabeza" de los políticos proeuropeos, advirtió el presidente de la UDC, Ueli Maurer, tras los resultados electorales.

"¿Qué va a cambiar? Nada o poca cosa", considera el politólogo Yannis Papadopoulos, profesor en la Universidad de Lausana. La progresión en votos de la UDC "no es un gran cambio en el escenario electoral" y el sistema de coaliciones, que se aplica caso por caso, continuará en el Parlamento suizo, según prevé este experto.

Durante la última legislatura, el centroderecha se coaligó con la UDC para aprobar numerosos proyectos legislativos, pero en otras ocasiones cooperó con la izquierda. "Aunque esté debilitada, el centroderecha continuará ejerciendo un papel clave", estimó Papadopoulos.