El presidente del Comité Español de Unicef, Francisco González-Bueno, señaló ayer que los problemas más graves que sufren los niños iraquís son los traumas psicológicos como consecuencia de la guerra, la alta mortalidad y la grave desnutrición.

González Bueno se entrevistó ayer en Mérida con el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en un encuentro en el que también estuvo la responsable de Unicef en la región, María Eugenia Fernández; y la consejera de Bienestar Social, Ana Garrido.

El presidente del Comité Español de Unicef explicó que en Irak hay 5,5 millones de iraquís menores de 18 años, muchos de los cuáles sufren problemas psicológicos porque han sufrido la guerra directamente o la han visto por televisión.

EDUCACION DESTRUIDA

Por ello, esta organización quiere poner el acento en la educación, destruida no como consecuencia de la guerra, sino del embargo que ha soportado el país.

Consideró que la educación es un derecho fundamental y un instrumento para transformar el mundo, pero en la situación que vive ahora Irak es importante por lo que supondría de "vuelta a la normalidad", ya que los traumas psicológicos, según dijo, se resuelven en la escuela.

Al psicológico se unen problemas que ahora se han agravado: la altísima mortalidad, uno de cada ocho niños iraquís no llega a los cinco años (138 de cada 1.000); y además uno de cada cuatro está desnutrido, "gravísimamente 400.000", apuntó.

Informó de que Unicef ha hecho un llamamiento internacional para conseguir los 166 millones de dólares que se necesitan invertir los próximos seis meses en Irak, de los cuáles 20 millones serían para educación, ya que las escuelas están destruidas y el salario de los maestros es sólo de ocho dólares mensuales.

González-Bueno aseguró que Unicef nunca se ha ido de Irak y que en el proceso de reconstrucción su obligación es la defensa de los iraquís menores de 18 años. Antes del conflicto fue la responsable programa Petróleo por alimentos en lo referente a los niños.