La Unión por el Mediterráneo (UpM), el organismo aún incipiente de la cooperación euromediterránea con sede en Barcelona, debía haber aprobado ayer el primer documento que permitiría la adopción de proyectos concretos en la vital estrategia para el agua. Pero la conferencia ministerial de los 43 países miembros (los 27 de la UE y sus vecinos de las riberas sur y este del Mediterráneo) acabó en un contundente fracaso por el eterno conflicto de Oriente Próximo. Israel se opuso a la referencia en dos párrafos del borrador a "los territorios ocupados". Las esperanzas están ahora depositadas en un encuentro de ministros de Medio Ambiente en Dubrovnik la semana que viene, el 21 y el 22 de abril.