Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE optaron ayer por abrir un nuevo proceso de negociación de cuatro meses entre Belgrado y Pristina sobre el futuro de Kosovo bajo la tutela de Estados Unidos, Rusia, Francia, Gran Bretaña e Italia, con la participación de un representante de la UE.

Tras el fracaso de la ONU el pasado viernes en lograr una resolución para legitimar la independencia de Kosovo, la UE ha decidido impulsar una nueva ronda de negociaciones que evite una declaración unilateral de independencia que podría desencadenar una nueva ola de inestabilidad en los Balcanes.