El presidente colombiano, Álvaro Uribe, ha aceptado una propuesta de Francia, España y Suiza para que su Gobierno y las FARC se sienten a negociar un acuerdo humanitario en favor de los secuestrados por la guerrilla.

La organización insurgente mantiene cautivas, algunas de ellas desde diciembre de 1997, a 59 personas --varios miembros de la fuerza pública, diversos políticos colombianos y algunos ciudadanos extranjeros--, que pretende canjear por más de medio millar de rebeldes en prisión, incluidos dos de ellos extraditados ya a EEUU.

Uno de los rehenes más prominentes en poder de las FARC es la excandidata presidencial independiente Ingrid Betancourt, secuestrada en febrero del 2002. La doble nacionalidad franco-colombiana de Betancourt motivó que Francia se interesara por el problema de los secuestrados colombianos.