Una mujer alemana al frente de la Comisión Europea. En un inesperado giro de guión, la ministra de Defensa Ursula von der Leyen se ha convertido en candidata a ocupar el cargo institucional más importante en la política continental. Poco conocida fuera de Alemania, el posible relevo a Jean-Claude Juncker abre muchos interrogantes.

Bruselense de nacimiento, Von der Leyen es considerada del ala liberal y atlanticista de la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Tras una tardía entrada en el mundo político en 2005 se subió al primer gabinete de Angela Merkel como ministra de Asuntos Familiares.

Desde ahí se convirtió en una de las caras más amables del partido conservador, defendiendo la introducción de un salario mínimo en el país, limitar las restricciones para favorecer la llegada de trabajadores extranjeros, así como introducir una cuota de mujeres en las directivas empresariales. En este último punto chocó con la canciller, reacia a marcar directrices a las grandes empresas.

Conocida como la conciencia social del gabinete, Von der Leyen fue criticada por los sectores más conservadores de su partido y aplaudida por los partidos de izquierda. El 2010 los varones del partido tumbaron su candidatura a la presidencia de Alemania, impulsada por Merkel, y ante la negativa siguió en el cargo. Aún así, durante sus primeros años como ministra vio como los recortes del gobierno impulsaron la precarización de la clase trabajadora.