La reputación de Chile de ser uno de los países de América Latina donde los valores católicos tenían mayor predicamento comienza a desvanecerse, paralelamente al crecimiento económico que ha vivido el país. Una reciente encuesta demuestra que un 70% de la población defiende posiciones sobre la sexualidad o los roles de género que desafían a los valores tradicionales cristianos.

"La cultura y los valores están cambiando a velocidad de vértigo. Hoy, los chilenos valoran más la libertad individual", declaró Antonio Delfau, sacerdote jesuita. El pasado agosto, una mayoría de católicos declararon que apoyaban la idea de sacerdotes mujeres y clérigos casados. Y un 41% de los encuestados apoyó el aborto, tema tabú en Chile.