Varios gasoductos de la petrolera estatal mexicana Pemex en el estado de Veracruz, Golfo de México, fueron hoy objeto de atentados que obligaron a evacuar a más de 21.000 personas y a activar un plan de abastecimiento de emergencia. Tras rechazar los ataques, que causaron cuatro grandes incendios pero no víctimas, el Gobierno de México anunció que "actuará con toda energía para encontrar a los responsables", y aseguró que "las instalaciones fundamentales" de Petróleos Mexicanos (Pemex) son vigilados por militares.

Las explosiones, registradas de madrugada en varios puntos de Veracruz, rompieron dos válvulas de distribución en el ducto de gas natural de Cactus-San Fernando, a la altura del municipio La Antigua y del Río Actopan, respectivamente. También afectaron a dispositivos de limpieza de tubos en el gasoducto Zempoala-Santa Ana, a la altura de Delicias, en el vecino estado de Tlaxcala. Otras dos válvulas de distribución y un cruce aéreo en el gasoducto Minatitlán-México, ubicados en los municipios de Omealca y Nogales, resultaron averiados, en hechos que perjudicaron además a un tubo de gas licuado de petróleo (GLP), un poliducto y un oleoducto.

Aunque el atentado no ha sido reivindicado por ningún grupo, el Ejecutivo mexicano reiteró hoy que "las demandas políticas deben ser resueltas con apego a la legalidad y por los cauces institucionales". El monopolio estatal Pemex informó de que, mediante "medidas extraordinarias", será posible mantener el abastecimiento de gas licuado doméstico y de gasolina en las zonas afectadas, aunque reconoció que los ataques han afectado sobre todo al suministro de gas natural. La empresa indicó que una vez que el fuego se extinga totalmente tratará de restablecer "de inmediato" los envíos.

Fuentes de la petrolera dijeron a Efe que la compañía utilizará camiones cisterna, centros de almacenamiento ubicados en otros estados, reservas de gas y posiblemente también buques petroleros para asegurar un adecuado suministro de energéticos para este estado del este mexicano. Personal de la compañía, de Protección Civil y otros cuerpos de emergencia municipales mantienen bajo control el fuego, que se prevé que continúe durante varias horas hasta que el gas remanente en los ductos se consuma en su totalidad.

Dos fallecidas

Por esta razón las autoridades evacuaron a 21.000 personas, sobre todo de los municipios de Cempoala, Omealca, Nogales, Actopan, Minatitlán y La Antigua, donde se siente un fuerte olor a gas y combustible, dijeron a Efe fuentes de Protección Civil. En Omealca, dos mujeres de 75 y 77 años de edad, murieron de un infarto al parecer por el susto que les causaron las explosiones cerca de sus viviendas. Por Veracruz pasan 2.470 kilómetros de líneas de conducción de Pemex que atraviesan 140 municipios.

Ese estado mexicano ocupa, además, el primer lugar nacional en número de robos clandestinos y extracciones ilícitas de la red de distribución de gasolina. A principios de julio, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), una agrupación guerrillera surgida en 1996 en el sureño estado de Oaxaca, se atribuyó la autoría de explosiones en otros ductos de Pemex en el centro del país. Aquellas detonaciones causaron graves problemas a un millar de compañías ubicadas en esa zona de México por el desabastecimiento de gas que originó.

El EPR exigió entonces que quedaron en libertad dos de sus "compañeros" presuntamente detenidos y "desaparecidos" el 25 de mayo en la ciudad de Oaxaca, capital de aquel estado. Sin embargo, las autoridades mexicanas niegan que tener a los dos hombres en su poder. Este año la organización guerrillera perpetró también un ataque contra una cárcel en construcción en el estado sureño de Chiapas y se atribuyó la explosión de un artefacto de fabricación casera contra un centro comercial en la capital oaxaqueña.