Al menos varias docenas de heridos se han producido ya en violentos enfrentamientos entre partidarios de Mubarak y manifestantes en la plaza Tahrir de El Cairo, convertida en escenario preferente de la protesta ciudadana para pedir la dimisión del presidente de Egipto. Ambos bandos se enfrentan a pedradas y golpes.

Medio millar de partidarios del régimen --y algunos policías de paisano infiltrados, según France Presse-- se han saltado todos los controles de acceso a la plaza, vigilada tanto por el Ejército como por civiles para evitar, precisamente, que grupos violentos revienten el carácter pacífico de la revuelta, y se han encarado con los miles de ciudadanos que mantienen la protesta por noveno día consecutivo con forcejeos, insultos y lanzamiento de objetos. Fuerzas militares mantienen el control de los accesos a la plaza para impedir que afluya más gente.

Los manifestantes anti Mubarak han conseguido desplazar a los recién llegados hacia un extremo de la plaza, desde donde estos siguen lanzando piedras. El Ejército se mantiene sin intervenir.

El discurso de Mubarak de ayer había encendido los ánimos y miles de partidarios del régimen se fueron concentrado esta mañana en apoyo del presidente ante el edificio de la televisión pública y se han ido dirigiendo hacia la plaza Tahrir. Los seguidores de Mubarak le defienden al grito de "Es nuestro rais" y "Mubarak se queda".

EL EJÉRCITO TOMA PARTIDO

El Ejército egipcio, que durante la revuelta ha adoptado una actitud de respeto hacia las "reivindicaciones legítimas" de la población, ha pedido hoy a los ciudadanos que abandonen las protestas y retomen su vida normal. En un comunicado emitido por la televisión pública, un portavoz de la cúpula militar ha señalado que los egipcios ya han hecho llegar su mensaje y que sus demandas han sido escuchadas, por lo que es momento, consideran los militares, de volver a la vida normal.

Asimismo, las Fuerzas Armadas han anunciado que a partir de este miércoles se reduce en tres horas el toque de queda, decretado el pasado viernes debido a las violentas protestas contra el régimen. Ahora el toque de queda empezará a las 17.00 horas (una hora menos en la Península) y finalizará a las 07.00 horas del jueves. Hasta ahora, la medida estaba vigente de las 15.00 a las 08.00 horas.

La postura del Ejército está considerada clave para el desarrollo de la revuelta la postura del Ejército. Comprensivo con las "reivindicaciones legítimas" de los ciudadanos, algunos analistas ya han advertido de que las tensiones en el seno del Ejército pueden incrementarse si Mubarak permanece en el cargo demasiado tiempo y si los oficiales más veteranos apoyan a un líder que ha perdido legitimidad. "Cuanto más tiempo dure esta situación, más riesgo de que la gente asocie a los militares con Mubarak. Es muy peligroso", ha señalado Faysal Itani, analista experto en África y Oriente Próximo.

APOYO AL PRESIDENTE

La tensión en Egipto lejos de amainar ha repuntado. Partidarios del presidente, Hosni Mubarak, han salido este miércoles a la calle en El Cairo y se han enfrentado con los manifestantes concentrados en la plaza Tahrir, epicentro de la revuelta en la capital.

Medio millar de partidarios del régimen se han saltado todos los controles de acceso a la plaza, vigilada tanto por el Ejército como por civiles para evitar, precisamente, que grupos violentos revienten el carácter pacífico de la revuelta, y se han encarado con los miles de ciudadanos que mantienen la protesta por noveno día consecutivo. Las tropas encargadas de la vigilancia han conseguido reducir a los provocadores y concentrarlos en un rincón de la plaza.

Por otra parte, el Parlamento ha suspendido sus sesiones hasta que se revisen las denuncias por supuestas irregularidades en las elecciones legislativas del pasado noviembre.

'VIERNES DE LA PARTIDA'

La oposición ha hecho oídos sordos al llamamiento del Ejército y ha pedido a los ciudadanos que sigan en las calles hasta que Mubarak dimita y que se sumen el viernes a una nueva jornada de protestas masivas, el bautizado como Viernes de la partida, en alusión a la supuesta salida del país del presidente. "Llamamos a la gente a seguir protestando en la plaza Tahrir y pedimos a todos que participen en el Viernes de la Partida", ha subrayado Mustafa Naggar, portavoz de la coalición opositora que integran, entre otros, la Asamble Nacional para el Cambio de Mohamed el Baradei y los Hermanos Musulmanes.

Cientos de personas siguen en la plaza Tahrir, epicentro de la revuelta en El Cairo, en el noveno día de la revuelta. Desde primera hora, los ciudadanos se han sumado a aquellos manifestantes que han pasado la noche en el lugar, en una clara demostración de que no piensan abandonar las protestas hasta conseguir la caída del régimen de Hosni Mubarak, en el poder desde hace más de 30 años.

ESPERANDO LA OFERTA DEFINITIVA

"No nos iremos, no nos iremos", cantan muchos de ellos en la plaza, más irritados con el régimen después de escuchar anoche el discurso en el que Mubarak insistía en mantenerse en el poder aunque prometía renunciar a la reelección. "El presidente es muy cabezota, pero nosotros lo somas más. No nos iremos de esta plaza", ha advertido un portavoz de los organizadores de las protestas. "No nos iremos hasta que Mubarak se vaya", gritaba un grupo de hombres que han pasado la noche en la plaza.

"El discurso es inútil. Solo inflama nuesta ira", ha señalado otro manifestante. "Seguiremos protestando", ha prometido otro. Los organizadores de la revuelta ya han empezado a plantear una nueva gran marcha para este viernes, con el objetivo de forzar la dimisión del jefe del Estado. "Si los egipcios nos quedamos en las calles hasta el viernes, probablemente la próxima oferta de Mubarak sea que deja el poder ya", ha augurado el médico Ahmed Khalifa, otro de los reunidos en Tahrir.

LA "TRAMPA" DEL DISCURSO

El líder de la oposición, Mohamed el Baradei, que el martes instó a Mubarak a dejar el poder antes del viernes, ha calificado de "trampa" el discurso del presidente. A juicio de Baradei, el anuncio de que no optará a la reelección es una "decepción" y ha acusado al jefe del Estado de "no querer escuchar la voz del pueblo". "Quien le ha asesorado le ha dado el consejo equivocado. Lo único que tiene que hacer es renunciar", ha apuntado. "Desafortunadamente, va a extender la agonía del país durante otros seis o siete meses. Hace que la gente se enfade más", va apuntado el Nobel de la Paz.

Baradei, que ha sido designado por todos los grupos de la oposición para lidera la transición, ha señalado que lo importante de la revuelta es instaurar la democracia en el país. "No estoy necesariamente interesado en presidir el país. El tema de quién va a gobernar no importa demasiado. Lo realmente importante es que será elegido por los ciudadanos", ha destacado en declaraciones a la cadena NBC.