Oaxaca ondeó ayer como dos banderas. La policía militarizada enviada por el presidente, Vicente Fox, retomó el centro histórico de la ciudad la noche del domingo (madrugada de ayer en España) y acampó en la plaza tras barrer los campamentos rebeldes. Mientras, los debilitados seguidores de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) se atrincheraron en la universidad, en torno a la radio tomada por los "estudiantes conscientes", que siguió coordinando la improvisada resistencia y abogó por la "lucha pacífica de masas". Así, varios millares de personas mostraron en tres manifestaciones el repudio a la "fuerza de ocupación".

"En Oaxaca se ha recuperado la paz social", afirmó el presidente Fox. "Fue un éxito", puntualizó por su parte el ministro de Gobernación, Carlos Abascal.