La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, vivió ayer el momento más delicado de su gira estival por Iberoamérica durante su visita al Palacio de Nariño de Bogotá, donde se entrevistó con el presidente colombiano, Alvaro Uribe. Un encuentro que llegó después de la también maratoniana ronda mantenida por Uribe esta semana, en la que ha visitado siete países de la región para explicarles su decisión de permitir a EEUU el uso de siete bases militares del país. Esta iniciativa fue criticada hace solo una semana por el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que llamó a "evitar una militarización" de América Latina.

Ante ese precedente, De la Vega recurrió a la diplomacia y expresó su "respeto" a la "decisión soberana" de Colombia, aunque sin explicitar su apoyo.

FALTA DE INFORMACION Para justificar las críticas de Moratinos reconoció que el ministro "no disponía de toda la información", lo que no dejó en muy buen lugar a Moratinos. "Uribe nos ha explicado que este tema es prioritario para él por razones de seguridad y en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo", añadió la número dos del Ejecutivo para justificar el matizado cambio de postura.

Fuentes gubernamentales explicaron que durante el encuentro, de casi una hora y media, la vicepresidenta comunicó a Uribe --siguiendo, aquí sí, las directrices anunciadas por Moratinos-- que España mediará para facilitar el diálogo entre Colombia y los países vecinos con los que mantiene relaciones más hostiles, entre los que destacan Venezuela y Ecuador. La iniciativa busca rebajar la escalada de tensión que vive la zona por la polémica de las bases militares norteamericanas y por el presunto apoyo de los gobiernos de Hugo Chávez y Rafael Correa a los guerrilleros de las FARC.

En esa misma línea, De la Vega se reunió también con los representantes de cuatro de las múltiples asociaciones que luchan en Colombia por conseguir una salida pacífica al largo conflicto civil que vive el país. Los asistentes a la cita pidieron a España que siga ayudando al fortalecimiento de los derechos humanos en la región, así como al refuerzo de las garantías jurídicas. También le reclamaron colaboración para mejorar el seguimiento del lavado de dinero procedente del narcotráfico.

En la reunión con Uribe, la vicepresidenta cerró, precisamente, un acuerdo bilateral para avanzar en el compromiso con la defensa de los derechos humanos. Otro tema destacado fue el de la inclusión de un contingente militar de Colombia en la misión española en Afganistán.

De la Vega se desplazó después a Cartagena de Indias, donde concluyó su gira con la inauguración de un seminario de coordinadores generales de cooperación en América Latina.