Al menos 21 personas han muerto hoy y más de un centenar resultaron heridas en los enfrentamientos entre manifestantes y policías que se vienen sucediendo en el mundo árabe desde hace tres meses. Veinte opositores al régimen sirio murieron por los disparos de la policía en Sanamein, según informó un testigo presencial a la cadena catarí de televisión Al Yazira. Otras fuentes cifran en quince el número de víctimas en esa ciudad, aunque no se ha podido constatar de manera oficial. En Damasco se registraron enfrentamientos entre los manifestantes y la policía con numerosos detenidos, mientras miles de personas participaban en Deraa (sur) en el entierro de las víctimas de las últimas protestas en un ambiente de tensión, pero sin la presencia de fuerzas policiales. Decenas de personas han sido detenidas en Damasco a raíz de estas protestas, que están siendo más violentas que las manifestaciones en Deraa, donde hoy, durante los funerales, no se veía presencia de la policía ni de tropas del Ejército, según pudo comprobar Efe. La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que la policía siria está demostrando un "cruel desprecio hacia la vida de los manifestantes" al reprimir duramente las protestas públicas de los últimos días. Una portavoz del Ministerio de Información de Siria, Reem Hadad, dijo a la cadena Al Yazira que la policía tiene órdenes de no disparar contra los manifestantes, siempre y cuando las protestas sean pacíficas. Sin embargo, dijo que en ese tipo de manifestantes puede haber "grupos armados" interesados en desatar un enfrentamiento con fuerzas policiales. En Ammán un simpatizante de la oposición murió y unos cien más resultaron heridos al dispersar hoy la policía jordana una manifestación en el centro de la capital, informaron activistas del movimiento opositor. Los enfrentamientos se produjeron en la plaza Gamal Abdel Nasser de Ammán, donde grupos de la oposición tienen instaladas tiendas de campaña en una vigilia política en favor de reformas políticas en Jordania. En Yemen, una semana después de que medio centenar de personas murieran al ser tiroteadas en una protesta junto a la Universidad de Saná, miles de ciudadanos volvieron a reunirse hoy en el mismo lugar para exigir la renuncia del presidente, Ali Abdalá Saleh. A pesar de verse debilitado por esa matanza, que ha llevado a altos cargos del Ejército a unirse a los manifestantes, Saleh se presentó hoy en otra plaza de la capital yemení para llamar a sus seguidores a "resistir todos los desafíos". "Tenéis que garantizar la seguridad de Yemen y su estabilidad para evitar el caos y el derramamiento de sangre", manifestó el gobernante, en el poder desde 1990. Yemen se encuentra bajo estado de emergencia desde la matanza del pasado viernes, el hecho más grave registrado en el país desde que estallaron las protestas políticas contra el régimen de Saleh, en enero pasado. Las autoridades han negado que estuvieran implicadas en la matanza, aunque Amnistía Internacional instó hoy al Gobierno a impedir que sus fuerzas de seguridad recurran a armas letales. Según la ONG fueron al menos 52 personas las que murieron en las manifestaciones del viernes pasado en la capital yemení como consecuencia de la acción combinada de francotiradores apostados en los tejados y las fuerzas de seguridad en la calle. La alta representante de la Unión Europea, Catherine Ashton, ha afirmado hoy que se están cumpliendo sus "peores temores" respecto a Yemen debido a la violenta represión ejercida por el gobierno contra las revueltas populares. Mientras, España ordena la retirada del personal de su embajada ante la inseguridad que se vive en el país, según informaron a Efe fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. El embajador español en Yemen, Francisco Javier Hergueta, y una decena de funcionarios y empleados de la oficina diplomática han regresado a España. La Alta Comisaría de la ONU para los Derechos Humanos denunció hoy que entre 50 y 100 personas se encuentran desaparecidas en Baréin desde la última semana, como consecuencia de la represión de las protestas en ese país. "La situación en Baréin es muy preocupante, con un número creciente de víctimas mortales y entre 50 y 100 personas desaparecidas en la última semana", dijo el portavoz Rupert Colville. "Dos de los desaparecidos fueron encontrados muertos después", agregó. La ministra de Desarrollo Social de Baréin, Fatima Albalooshi, acusó hoy al grupo islamista Hizbulá y a "un país vecino" de ser los instigadores de los desórdenes y la agitación civil que sacuden desde hace algunas semanas a este reino. Según la ministra de Baréin, 243 policías y 53 civiles resultaron heridos, en tanto que los muertos fueron 4 y 11, respectivamente.